Elsa Bornemann está considerada como una de las escritoras más importantes de la literatura infantil y juvenil de Argentina y Latinoamérica, sus textos perviven en el tiempo y no solo entre el público infantil.
Escribió cuentos, novelas, poesías, canciones, obras de teatro, antologías de cuentos tradicionales, ensayos y traducciones. […]
“-Está bien. Usted dice que mi novela es mala. Glusberg dice que mi novela es mala. Gleizer dice que mi novela es mala. Pero yo y mi mujer decimos que mi novela es buena. Muy buena.
Eran dos contra un regimiento.
-¡Muy buena! -repitió-. ¡Chau!
Y se retiró violentamente” [1]
La mítica escena en la que Roberto Arlt responde al rechazo de Elías Castelnuovo y la Editorial Claridad para publicar su novela La vida puerca, que después se llamaría El juguete rabioso, lo pinta de cuerpo entero. Su violenta resistencia al rechazo y el orgullo a toda prueba habla de esa “prepotencia de trabajo” que le labraría un futuro como escritor indispensable de la literatura argentina.
Ana cumpliría hoy 92 años. Pero solo llegó a los 14. Formó parte de una larga lista de un millón y medio de niños, niñas y adolescentes asesinados por ser judíos, por gitanos, por discapacitados, por diferentes, por marginales frente a una idea de grupo poblacional hegemónico. […]
Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Granada, España. Su breve y apasionada vida, truncada a los 38 años por su asesinato a manos de la Guardia Civil franquista, deja testimonio de uno de los poetas que más apasionadamente se relacionó con su tierra. […]
José Hernández nació el 10 de noviembre de 1834, día que queda establecido como “de la Tradición”. Su Martín Fierro es la obra más representativa del género gauchesco y la de la literatura argentina.
El asado, el mate, las tortas fritas, el truco, la taba, el pato (deporte nacional), las pulperías, las guitarreadas, el payador, las riñas, las carreras de sortija son las tradiciones y costumbres del gaucho que conformaron su identidad y la de nuestro ser nacional.
Martín Fierro
Dios hizo al blanco y al negro
sin declarar los mejores;
les mandó iguales dolores
bajo de una mesma cruz;
mas también hizo la luz
pa distinguir los colores.
Ansí ninguno se agravie;
no se trata de ofender;
a todo se ha de poner
el nombre con que se llama,
y a naides le quita fama
lo que recibió al nacer.
Y ansí me gusta un cantor
que no se turba ni yerra;
y si en tu saber se encierra
el de los sabios projundos,
decíme cuál en el mundo
es el canto de la tierra.
El 27 de agosto de 1920, Enrique Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero, conocidos como “los locos de la azotea”, realizaron la primera transmisión radiofónica argentina. […]
Quizás ningún autor nos haga amar más la lectura que Jorge Luis Borges. Su fascinación con las bibliotecas, espacio al que comparó con el paraíso, nos brinda una punta de acceso a uno de los escritores fundamentales de la literatura argentina y mundial. En sus primeros libros de poesía (“Fervor de Buenos Aires”, “Luna de enfrente” y “Cuaderno San Martín”), en sus trabajos en la revista Martín Fierro y en ensayos como “El tamaño de mi esperanza” Borges se dedicó a buscar la genealogía y la aplicación de una tonalidad porteña. Sin embargo, pronto entendió que eso no era limitante para hacer entrar a todo el universo de sus lecturas en sus textos. Supo decir que uno llega a ser por lo que lee antes que por lo que escribe, en esa red de lecturas Borges encontró la forma de hacer dialogar lo local con lo universal.
Atado a la mesa de trabajo, adicto a la cafeína, escribiendo con pulsión maniática para intentar levantar su eterno endeudamiento, Honoré De Balzac creó una de las piezas fundamentales de la historia de la literatura. Su Comedia humana consiste en decenas de novelas en las que los personajes se repiten, los que son principales en un momento se transforman en secundarios en otro texto y, escrito a escrito, va moldeando una geografía de París que repasa los ambientes y caracteres de los siglos XVIII, XIX que prefiguran el siglo XX.
Hoy, en la sección Libros dedicados a Lugones, destacamos la dedicatoria que el maestro, escritor, poeta, ensayista y dramaturgo, Germán Berdiales, le escribiera en su libro Recitaciones infantiles, editado en Buenos Aires por Librería de A. García Santos, en 1934:
«a don Leopoldo Lugones que, generosamente, me permitió enriquecer esta selección con sus versos. Homenaje sincero de Germán Berdiales, 1934»