El protocolo sanitario para bibliotecas escolares, emitido por resolución del Ministerio de Educación de la Nación, ya cuenta con la adhesión de la mayoría de las instituciones educativas provinciales del país. Busca prevenir la transmisión del COVID-19 en estos espacios, a fin de proteger la salud e integridad de la comunidad educativa.
La resolución N° 388 detalla las pautas de trabajo correspondientes para promover un ordenamiento en las actividades inherentes al retorno a las clases presenciales, basadas en criterios sanitarios y de higiene y seguridad, así como de organización escolar y pedagógica.
En la actualidad, el documento se aplica en las siguientes provincias: Corrientes, Chubut, San Juan, Entre Ríos, Santa Fe, Neuquén, Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, San Luis y Chaco. Las jurisdicciones implementan esta normativa que destaca la importancia de mantener una baja densidad de estudiantes y otro tipo de usuarios, la limpieza permanente de las instalaciones y el cuidado especial de las herramientas de trabajo.
Asimismo, el protocolo enumera las medidas específicas para los espacios físicos, la prevención e higiene durante la reapertura, y las colecciones de las bibliotecas.
Además, aclara los servicios brindados dependiendo de cada fase y las actuaciones frente a la aparición de casos sospechosos o confirmados de COVID-19 en el ámbito de la biblioteca escolar.
