LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Desde mediados del siglo XIX hasta poco antes de la ley de Educación Común (1884), los contenidos referidos a la historia argentina se encontraban incluidos en la enseñanza de la lectura. De allí que los libros de lectura incluyesen en sus textos temas relacionados con la historia argentina. No obstante, en forma independiente, era obligatorio la lectura -una vez por semana- de la Constitución Nacional y la provincial con el fin de comenzar a formar la incipiente conciencia cívica de los futuros argentinos.

Muchos maestros, usando el Catecismo Histórico de Fleury, comenzaban con el estudio de la historia sagrada y seguían con la historia universal, pero sin derivar en la historia argentina que era aprendida accidentalmente en medio de una clase de geografía,- ya incluida como materia obligatoria- o en el marco de una lectura en clase. En una palabra, la historia argentina comenzó a ser estudiada sin un libro de texto.

De todos modos, el vacío se intentó llenar rápidamente. En 1863 apareció el texto firmado por la “Sra. De Noronha”. Hoy en día este libro es conocido como el texto realizado por Juana Manso, titulado "Compendio de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata". Desde su descubrimiento hasta el año 1874, el libro, que fue corregido y ampliado en cada edición, relata la historia argentina siguiendo el modelo de los libros de lectura, ya que la propia autora nos alerta en su prólogo que considera la lectura de la “historia patria” como la piedra angular del civismo.

El libro de Manso fue el primer compendio de historia argentina para uso en las escuelas. Tan sólo un año atrás se había publicado el único antecedente en la empresa. Se trataba del libro del emigrado Luis L. Domínguez, que contaba con la aprobación del gobierno para ser utilizado en la formación de docentes.

En esta época, la historia comenzaba a reconocerse como ciencia pero en los programas de estudio era ignorada. Recién será incluida en los programas de las escuelas con posterioridad a 1880. En cambio se enseñaba historia natural que incluía zoología y botánica. Esta jerarquía, ya entrada la década del ’80, suscitará debates. Se discutirá la forma de ampliar las horas de enseñanza de historia y paulatinamente irá enfatizándose en la importancia de esta materia en la formación de la identidad nacional.

>> Bibliografía específica referente a este texto

 

Documentos digitalizados Documentos digitalizados

Manso, Juana. Compendio de la historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Buenos Aires: Angel Estrada, 1881.

Estrada, Santiago Catecismo de historia argentina desde el descubrimiento de América hasta nuestros días: con rasgos biográficos y retratos de Liniers, Belgrano, San Martín, Moreno, Rivadavia, Lavalle, Brown, Dorrego y Rosas. Texto aprobado por el Consejo Nacional de Educación Buenos Aires: Igón Hnos., 1884.

Martínez, Benigno T. Nociones de historia argentina extractadas del resumen general del curso de Historia: texto arreglado al programa oficial para los grados 3º, 4º y 5º de las escuelas comunes, Buenos Aires: Igón, 1888.

Lavisse, E. Tufró, Juan (tr.) Nociones de historia general: 5º y 6º grados Buenos Aires: Félix Lajouane, 1890.

 

 

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