PROPUESTA DE ESCUELAS INDUSTRIALES PARA OBREROS

A fines de siglo XIX Argentina conformó su mercado de trabajo. Las políticas impulsadas por el Estado: apropiación de tierras, imposición de la Ley y el fomento de la inmigración, contribuyeron a crear y consolidar la existencia de una fuerza de trabajo. Las transformaciones en la vida económica a partir de la complejización de la estructura productiva dio lugar a la incorporación de miles de trabajadores. La inmigración masiva proporcionó la mano de obra que el mercado en rápida expansión requería. En las últimas décadas del siglo XIX las clases trabajadoras se encontraban en proceso de construirse en una clase  social y su irrupción preocupaba a las autoridades nacionales.

En este contexto, la construcción del sistema educativo nacional contempló también una formación vinculada al mundo del trabajo. La inclusión de la asignatura Trabajo Manual en las escuelas primarias y en algunos Colegios Nacionales intentó establecer un vínculo entre la formación intelectual y el aprendizaje de un oficio. El interés de una formación cercana al mundo del trabajo se observa también en la difusión desde las páginas de El Monitor de la Educación de experiencias en otros países, como por ejemplo Estados Unidos. Por otra parte, El Monitor publicó un resumen de las escuelas profesionales de Francia expuestas en el marco de la Exposición Universal de París.

La búsqueda de una formación orientada al trabajo estuvo presente no sólo en las escuelas primarias y secundarias sino también en la educación de los trabajadores. En este sentido, presentamos la propuesta de Federico M. Carulla sobre las escuelas industriales para obreros. El autor fundamenta su escrito en la necesidad de perfección del trabajador como factor poderoso de la riqueza nacional. Su propuesta educativa implica el desarrollo de una enseñaza científica que desenvuelva la inteligencia del obrero a partir de las siguientes asignaturas: dibujo, álgebra, geometría, física, química y tecnología. Carulla sostiene que la forma efectiva de impulsar las escuelas industriales consiste en el horario diurno y dominical.

 

Documentos digitalizados Documentos digitalizados

Carulla, Federico M. Escuelas industriales. Buenos Aires: Imprenta de Pablo E. Coni é Hijos, 1890.

 

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