Hallazgo

El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.

No sólo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.

 

Para atender a las diferencias y particularidades de cada especie

“Entrando al Jardín Zoológico por sus portones principales de la calle Santa Fe se desarrolla ante los ojos el hermoso espectáculo de la disposición de las plantas de este paseo, que al decir de los artistas y los entendidos no tiene rival en Buenos Aires; armonía de líneas y de colores que se pierden en el fondo, siluetas de árboles y la esbelta jaula de los loros que se refleja en el hermoso lago de la entrada (…) las viviendas de los animales no están arregladas en una rigurosa clasificación científica que empiece con el animal más perfecto y termine con los últimos de la escala”

Hoy presentamos “Guía popular del Jardín Zoológico Municipal de Buenos Aires” editada en 1904 por la Municipalidad de la Capital Federal durante la intendencia de Alberto Casares. Contiene un plano desplegable de referencias que además de incluir calles y puertas de acceso, ubicación de los animales, señala la “estación de Tramways, llamas y coches”.

 

Propósitos

“El incremento que ha tomado en el último año el Jardín Zoológico marca otro gran paso hacia la educación del pueblo. El Jardín Zoológico trata de poner al alcance de cientos de miles de personas, que no pueden viajar, las bellezas y maravillas del mundo animado”

Para lograr el propósito de mantener y remozar la estructura establecida a instancias de Sarmiento en 1864 con la creación del Parque 3 de Febrero, que incluye la construcción de nuevos edificios, el incremento de las colecciones y la recepción de donaciones, el Intendente Casares nombró una Comisión Consultiva que debía tratar que “en el menor tiempo posible y con los recursos de que se pudiera disponer (…) el jardín fuera un verdadero paseo público” con buenos caminos internos que garanticen la seguridad de los paseantes y edificios con condiciones higiénicas para los ejemplares vivientes.

El parque fue inaugurado por el Presidente Nicolás Avellaneda en 1875 y cuando la Capital de la Provincia de Buenos Aires pasó a ser la Capital de la República, en Poder Ejecutivo encargó la conservación al Departamento de Agricultura.

 

No sólo animales

“Las antiguas instalaciones resultaron estrechas é insuficientes, razón por la que, previo el estudio de una comisión, se resolvió el traslado de los animales á la parte del Parque 3 de Febrero que actualmente ocupa, en donde en 18 hectáreas de terreno se elevan las preciosas construcciones, monumentales algunas”

El jardín cuenta además con un quiosco donde se venden artículos de confitería y juguetería en el que se piensan construir espacios para conferencias,  un “pequeño Tramway con su respectivo cochero y mayoral tirado por caballos petisos (…) dos pequeños coches vis á vis (…) que permiten recorrer y contemplar otros paisajes que aquellos que se ven desde el Tramway”  Hay también camellos, llamas y petisos que con arneses apropiados permiten entretenerse a “ginetes varones ó niñas” con ejercicios de equitación. Dos carros de estilo indio circulan tirados por zebús entre calesitas de bicicletas y hamacas. Cerca del pabellón de los leones hay seis w.c., de los cuales uno es para señoras y varios surtidores de agua con “garantías de higiene, aseo y frescura”

Dos veces por día el director adoptó la norma de hacer desinfectar las barandas “porque había notado que es frecuente el caso de que los niños arrimen sus labios al pasamano que queda generalmente á la altura de sus cabecitas” 

 

Las colecciones zoológicas

“Antes de describir las colecciones de cuadrumanos existentes en el jardín, hagamos una ligera revista á sus clasificaciones. En ellos el pulgar es oponible á los otros dedos, tanto en los miembros anteriores como en los posteriores (…) la inteligencia tan decantada de los monos es muy problemática (…) la mobilidad de los músculos de su cara y la facilidad que tienen para usar las manos, es lo que á primera vista induce a engaño haciendo creer en su inteligencia”

Leones y tigres están alojados en un edificio estilo Renacimiento. Detrás de la casa de los leones hay “un pabellón central rodeado de casitas liliputienses donde se crían las razas más afamadas de gallinas”. Desde los portones de la Avenida Sarmiento se pueden observar los corrales de los mamíferos y rumiantes. Siguiendo por el camino del norte, en “un edificio chato y pesado que reproduce hasta en los detalles á un templo de la India en Bombay” se alojan los zebús y los camellos y los camélidos argentinos, “el guanaco que antes poblaba las altiplanicies andinas del Norte del continente austral”. Los úrsidos que en libertad son resistentes a penurias, tienen su palacio ya que en esclavitud necesitan de cuidados, espacio, aire y mucho abrigo. Más allá de la rambla de los osos, en una cabaña de barro como las que levantan los cafres del Sur de África, se encuentran los avestruces. Y en el corral siguiente ”un hermoso grupo de llamas cuya silueta hierática hace recordar los fastos de la dinastía incaica” que las usaba a falta de caballos y bueyes.

El tapir se aloja en un edificio rústico a orillas de un lago, los elefantes en un edificio redondo “de purísimo estilo indiano de la época del Rajah Tirumal, las víboras en una jaula cubierta de cristales y las aves en “una esbelta y hermosa pajarera”  Por todo el paseo se ven una gran cantidad de aves en libertad y cerca del agua se posan patos terrestres.

Ana Diamant

Este libro puede consultarse en la Sala Americana

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