Hallazgo

El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.

No sólo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.

 

Volviendo a una escuela más que centenaria

“¡Camaradas! (Con intención empleo aquí la palabra camaradas que, careciendo de género, expresa perfectamente mi pensamiento, reuniéndonos á todos bajo un apelativo común, suprimiendo las distinciones de edad y sexo, que no deben existir cuando nos reunimos para una obra de estudio ó de propaganda) (…) En diferentes circunstancias, muchos de nosotros habíamos tenido ocasión de oir las lamentaciones de padres de familia que deseaban para sus hijos, una instrucción sana y lógica, quejándose de no poder encontrar esto en la sociedad actual”

 

Hoy presentamos “Educación burguesa y educación libertaria” trabajo leído por Juan Grave en la sesión inaugural de los cursos de educación libertaria, el 12 de febrero de 1900; editado en Barcelona por la compañía Presa y Rosón.

 

Estado y educación

“Todos sabéis lo que es, lo que ha sido la educación, y no somos nosotros los únicos en reconocerlo, pues numerosos burgueses de los más consumados empiezan á su vez á comprender los inconveniente s de la enseñanza de hoy”

La educación “acaparada” por el estado, “en lugar de tratar de desarrollar la necesidad de aprender que reina en todo individuo, en lugar de inspirarse en los resultados adquiridos para facilitar la investigación a toda conciencia despierta, en lugar de hacerle atrayente la tarea, ha convertido a la educación en un instrumento de tortura por la fuerza, en la cabeza de las gentes, unas ideas que ni siquiera estaban seguros de comprender ellos mismos”, pretendiendo moldear los cerebros a gusto de los educadores, quitando iniciativa y creatividad a los discípulos, exigiendo memoria por sobre la acción.

Para ello ha constituido “una casta especial de los que se hallan encargados de enseñar” que utilizan métodos por sobre las voluntades, obediencia a la autoridad y que muchas veces defiendan lo falso.

 

Libertad y educación

“El exceso de poder engendra á menudo la rebeldía, pero ¿qué recurso puédese tener contra los que abusan de nuestra ignorancia para falsear nuestro juicio?”

El poder, cuando pretende poner trabas al pensamiento, resulta nefasto tanto cuando “obra por persuasión” como por la vía de hechos concretos como “algunos meses de prisión como advertencia” o el camino del progreso “cubierto por los cadáveres de los que no pudieron resistir al impulso que les empujaba á tener razón contra su época”. Por su parte la libertad, ayuda a “despertar energías dormidas, suscitar iniciativas deprimidas (…) descubrir aptitudes para dirigirlas, en lugar de poner uno ante otro á un inferior (el alumno) y un superior (el maestro)” creando en la escuela un embrión de educación sana y racional.

 

Racionalidad y educación

“Cuando la edad del que aprende no le permite comprender que la necesidad de adquirir ciertos conocimientos es una de las condiciones del desarrollo de su ser, el atractivo del trabajo emprendido debe ser el único móvil que á ello le impulse”

La educación racional se debe proponer desarrollar las inteligencias, forma los caracteres “exenta de las recompensas como de los castigos” No se trata de crear aptitudes sino de buscarlas y ayudar a desarrollarlas “teniendo en cuenta las preferencias y las repugnancias del individuo”. Debe apartarse de las “fórmulas consagradas” encaminando los esfuerzos del que enseña a suscitar preguntas y del que aprende a plantear objeciones, a encontrar placer como propone Tolstoy.

 

Sexos y educación

“Dar á los muchachos y muchachas la costumbre de tratarse como camaradas, hará mucho más por la emancipación de la mujer que todas las leyes reclamadas por el feminismo”

Desde pequeños, niños y niñas se confunden en sus juegos y justamente, cuando empieza “la edad de la razón” se los separa y se los educa aparte como si “fueran especies disemejantes”, como si estuvieran llamados a vivir vidas diferentes. En ello colabora la prensa y la literatura que se ocupan de difundir la idea de “que la mujer es una presa á la cual el hombre habrá de dar caza cuando sea grande y que sus méritos serán proporcionados al número de piezas que haya derribado”.

 

Amor y educación

“Todo enseña al niño, al joven, á la niña, á la joven que están hechos para amar. Pero se los tiene al uno lejos del otro”

Habiéndoles presentado a los alumnos “las dulzuras del amor” se hace lo posible desde la escuela para convertirlo en un misterio y en “una cosa repugnante de consumar” sobre excitando la imaginación y despertando “el ardor” por conocer lo desconocido. Llegada la emancipación, cuando el amor debiera ser la unión armónica de dos seres, “¿por qué envolver en el misterio esta función orgánica, cuando á diario se cumple ante nosotros?”

 

Escuela y educación

“En la escuela, tal cual la comprendemos, el niños aprenderá á mirar la vida tal cual es, á abrir los ojos sin miedo, á mirar de frente las cosas, y á los hombres sin temor”

La escuela será la encargada de enseñar a discutir, a respetar las leyes, a tener fe en aquellos que las interpretan, a expandir las conciencias, a considerar a las máquinas como un beneficio para todos para que lo que ellas produzcan haga más felices a muchos y no esclavicen a los trabajadores.

 

Ana Diamant

Este libro puede consultarse en la Sala Americana – SA 40-9-32.

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