LO QUE DEBEMOS EVITAR Y LO QUE DEBEMOS HACER PARA CONSERVAR LA SALUD

Presentamos “Lo que debemos evitar y lo que debemos hacer para conservar la salud”, preparado por el Dr. Gustavo Lauth de Estrasburgo, en su versión castellana de 1888, publicado en Buenos Aires por la Librairie Francaise de Joseph Escary, de la calle Victoria 619, frente al Club Progreso.

Agua que no has de beber…

“El agua que se emplée en las comidas ó simplemente para cambiar la sed, debe merecer la más seria atención. Ella es, exactamente como el aire atmosférico, un vehículo eminente propio para introducir en el cuerpo humano sustancias extrañas, organismos microscópicos ó materias tóxicas que escapan á a menudo á la observación directa…”

El agua, si no es salubre puede perturbar la digestión, provocar infecciones, envenenar. Ante cualquier duda sobre su pureza – por el olor o el sabor – hay que hacerla hervir o filtrar. Además, cuando el agua no es límpida, si se la observa al microscopio, se pueden descubrir algas, bacterias, mónadas. El agua de los pozos cercanos a letrinas o sumideros reciben materias putrescibles que la hacen impotable. Beber grandes cantidades de agua fría puede ser peligroso. Si la sed es mucha, tomar a tragos pequeños.

Los baños higiénicos

“No tomarlos ni demasiado fríos ni demasiado calientes (…) sobre todo cuando se tiene palpitaciones ó se está sujeto á afecciones bronquiales ó congestiones de la cabeza”

No olvidar que es imprudente tomar un baño después de una comida y que el mejor momento es al salir de la cama, siempre que se cuente con las dependencias en la propia casa. No tomar un baño frío si se está acalorado, mojarse las partes del cuerpo antes de entrar al agua. No permanecer mucho tiempo en el baño tibio, sobre todo si no se tiene buena contextura. No tomar baños de río si se tiene órganos delicados. No usar bañaderas en cuya superficie puedan depositarse microbios. En tiempos de epidemias, no usar los baños públicos.

La vivienda ideal no siempre considera posibilidades

“No tomeis una casa de construcción reciente. El agua necesariamente empleada necesita mucho tiempo para evaporarse (…) Es preferible no habitar la planta baja o el entresuelo, que os exponen, entre otras cosas, á respirar un aire cargado de polvo ó las emanaciones de las cloacas”

Cuidar que las escaleras no estén privadas de luz, ni húmedas ni mal aireadas. No aceptar casas que no tengan las letrinas suficientemente separadas de las habitaciones. Considerar las medidas, sobre todo de los dormitorios. Para considerar saludable una vivienda, tener en cuenta el tamaño de las ventanas, que los pisos estén encerados, que los techos estén bien unidos. Que no se amontonen muebles ni tapices ni cuadros reducen la masa de aire, la alteran y quitan luz. No usar pinturas verdes ya que a menudo contiene pinturas con arsénico ni rojas porque castigan los ojos.

Cuando de comidas se trata, el presupuesto no es tema

“La influencia de una buena comida y de un régimen alimenticio conveniente, no es menos grande y merece ser expuesta con detención”

No alcanza con respirar aire puro y tener una casa salubre para conservar la salud. También hay que considerar la dieta, sobre todo en los niños. No consumir sustancias de difícil digestión como las cartilaginosas o las legumbres. Tampoco semillas de frutas o carozos ya que pueden causar graves desordenes. Cuidar que se combinen almidones y grasas, vegetales y animales y que se respeten los horarios. Prestar atención a la dentadura, masticar mucho y bien. Más vale pagar caro que consumir mala calidad. No consumir alcohol con las comidas, dar preferencia a los vinos tintos – son menos excitantes que los blancos – y a las cervezas de baja fermentación. Evitar las bebidas amargas antes de las comidas y los laxantes. Antes de llegar a ellos, aplicar un enema con irrigador que no debiera faltar en ninguna casa.

La tiranía de los modelos

“No obedecer ciegamente a las exigencias de la moda, cuyo menor defecto es ser á veces ridícula (…) en detrimento de la salud“

No incomodar al cuerpo con presiones, sobre todo las mujeres con el corsé. Que cumpla sólo la función de sostén, sobre todo en las mujeres sedentarias, que no se transforme – sobre todo en las jóvenes – en la forma de obtener un talle fino y esbelto. La presión que ejerce sobre la caja toráxico puede perjudicar el desarrollo de los órganos encerrados en ella como el corazón, los pulmones, el hígado, el estómago y afectar funciones esenciales como la respiración, la digestión y la circulación. La costumbre de rodearse el cuello con corbatas, boas o bufandas hace que los órganos de la respiración se tornen vulnerables y el individuo se exponga a bronquitis o pulmonías al menor cambio de temperatura. Cambiar con frecuencia la ropa que va al cuerpo ya que los líquidos producidos por la evaporación cutánea pueden irritar la piel. No usar nunca prenda de una persona muerta por una enfermedad contagiosa, ni medias de muselina de color ya que pueden estar impregnadas por sustancias tóxicas.

No sólo el cuerpo, también el espíritu

“Si la actividad del cuerpo y los trabajos intelectuales son necesarios á la salud, no debe olvidarse que el cuerpo en general y el cerebro sobre todo, no soportan impunemente una fatiga excesiva y prolongada. Es menester el reposo; pero es necesario también no caer en el lado opuesto por un excesivo temor; el descanso exagerado conduce fácilmente á la pereza, á la holgazanería”

Desde muy jóvenes es recomendable practicar gimnasia, esgrima, natación, equitación que son alimento también para el espíritu al que se le sumen lecturas no licenciosas. No quedarse encerrados, el aire libre y puro influyen favorablemente sobre la cognición y la mente. Es bueno acostarse y levantarse temprano para sentir la cabeza despejada y también el espíritu.

Sumar a la escuela para producir salud

“El organismo de estos jóvenes séres necesita ante todo aire y movimiento (…) no soportan fácilmente la obligación de permanecer durante horas enteras en las bancas de de la escuela y tener la atención constantemente fija”

Sería deseable que los recreos fueran más frecuentes y más largos y que se mantuvieran las puertas y ventanas de las aulas abiertas para garantizar la ventilación. También sería importante que los maestros dieran clases atrayentes enseñando en ellas las cosas esenciales y sin sobrecargar a los niños con deberes para sus casas. Los niños tienen el instinto de lo justo y cualquier castigo inoportuno puede despertar reacciones de insubordinación que incidirán en toda su vida. Los padres deben sumir que también son educadores desde el punto de vista de la salud física y moral. Junto a lo que reciben en la escuela, son los responsables de sumar lecciones de dibujo o música con moderación ya que las sesiones prolongadas de piano o violín producen sobreexcitación nerviosa. También deben cuidar de la ambición de da hacer de sus hijos niños prodigio por medio de la instrucción precipitada.

Si de paseos se trata

“Cualquiera sea la estación en que se emprenda un viaje, no se debe nunca ponerse en camino sin llevar ropa de repuesto ó por lo menos un sobretodo o cobertor cualquiera”

Como es necesario prever cualquier indisposición, no debe olvidarse un botiquín con vendas con algodón, amoníaco, gotas de Hoffman y láudano, té de tilo y otros elementos para picaduras y descomposturas. Para elegir ele lugar de estancia, en importante –antes del agrado- atender a la constitución física del viajero y a su estado de salud. Los niños de temperamento nervioso no deben ser llevados al mar sino a la montaña, cerca de bosques de pinos. En vacaciones, la consigna debiera ser fatigar el cuerpo para que repose el espíritu. En cuanto a las comidas “vale infinitamente más instalarse en una pensión modesta que en uno de esos hoteles grandes y lujosos donde el alimento que se sirve en la table d´hôte es la más de la veces copioso, demasiado condimentado y sustancial y no tarda en cansar el estómago … cuando no crea inconvenientes más serios”

 

Ubicación: Este libro puede consultarse en la Sala Americana - SA 37 – 11 – 1 (bajo el título de varios) 

 

Ver material digitalizado: "Lo que debemos evitar y lo que debemos hacer para conservar la salud”

 

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