CONSEJOS A MI HIJA. LECTURAS DE PROPAGANDA MORAL

Presentamos "Consejos a mi hija. Lecturas de propaganda moral" por Amalia Palma, editado por Casa Editora de Jacobo Peuser, en Buenos Aires; 1903. Aprobado por el Consejo Nacional de Educación de Buenos Aires y Córdoba.

Para las mujeres del futuro, enseñanza utilitaria

". una obra educativa, esencialmente femenina, destinada á llenar la gran laguna señalada (.) en cuyas páginas las jóvenes se instruyeran en los grandes deberes y las responsabilidades ineludibles que pesan sobre la mujer en las diversas circunstancias de la vida"

Dijo la opinión pública

"El librito de la Srta. Palma es una obra buena y vivirá, por que enseña á la niña que mañana será madre, la rectitud, la bondad y la verdad con lo cual prepara su éxito en la vida y su felicidad futura. Al recorrer sus páginas escritas con exquisita delicadeza de sentimientos, acude al labio la reconocida frase de no recordamos que escritor: una madre vale más que cien maestros".

La Prensa, Tribuna, El hogar y la escuela, Los principios (Córdoba), La Columna del Hogar, La revista de Instrucción Primaria, La Revue Illustrée du Rio de la Plata, además de particulares de distinta procedencia se hicieron eco de los dichos de la autora.

Sus preceptos no se dirigen solo a la futura madre, sino en general a la mujer en el hogar y en la familia, a la condición social propia del sexo femenino.

Atrae por su delicadeza en la escritura, por su precisión y por el nacionalismo de ciertas expresiones.

Un texto de economía doméstica en un país donde abundan las mujeres intelectuales

"Explico á las jóvenes metódicamente (.) cuestiones que son para ellas de importancia trascendental (.) para romper con inveteradas rutinas, sacudiendo el yugo de preocupaciones que no tiene motivos de existir en la época presente (.) cimentada en el pensamiento de los deberes que tendrá un día (.) convencida de que una educación moral así basada, formará mujeres serias, reflexivas, conscientes, no absorbidas por trivialidades y extravagancias que á su vez hacen naufragar frecuentemente el bienestar de la familia".

El Libro I se propone equilibrar el corazón y la cabeza, encaminar y desarrollar el carácter, ejercitar la adquisición de conocimientos que la preparen para conducir irreprochablemente su hogar.

El Libro II trata de "una cuestión descuidada", la organización material del hogar, introduciendo un campo inexplorado por las jóvenes, el de la ciencia económica, y las necesidades de un presupuesto y la contabilidad.

El Libro III refiere a nociones prácticas de salud e higiene, con muchas indicaciones útiles, apartadas del estilo científico "que tanto cansa y embrolla las mentes juveniles".

El libro IV abre las puertas al estudio de la alimentación racional, esencial para defender la salud de su familia y la propia.

Tienes ya catorce años y tienes que elegir futuro

"Perturba mi sueño y tranquilidad la tenaz idea de que cuando yo no esté á tu lado, quién velará por ti minuto a minuto, quién como tu madre te encaminará y te señalará las piedras desniveladas cuyos cantos filosos se levantan de trecho en trecho en el tortuoso sendero que se llama el mundo".

El matrimonio es "un acto trascendentalísimo (.) y resulta trazo ó nudo, flor ó espina" según como se realice. "Que por afanarte á ser señora, no tengas que unir tu clamor al de aquellas pobres mujeres que casadas apenas llegan a la adolescencia, exclaman á los pocos años, cuando no á los pocos meses, cansada ¡Ay, yo era una criatura, no supe lo que hice!".

Las jovencitas sueñan que la vida de casadas es la continuación de la vida de novia. "Hija, no te dejes dominar en ningún momento por la impresión que te cause un rostro bello, un porte elegante, la gracia persuasiva, la posición social ó pecuniaria de un joven (.) Investiga todo lo que a su conducta personal se refiera y reflexiona seriamente, con sereno criterio si ofrece probabilidades de ser un buen compañero".

Autonomía social y armonía doméstica

"Para ligar bien sentimientos y pensamientos, que haya afinidades de caracteres y gustos y simpaticen todas las personas de tu casa, para arraigar el espíritu de familia (.) enseñarás los deberes de urbanidad".

Desterrar "toda forma de comedimiento, mal humor, aspereza y destemplanza" frente a extraños y no implantar "ridículas ó ceremoniosas etiquetas", sino hacer comprender a todos sencillas y amables obligaciones personales de buen trato. Demostrar ser en sociedad un modelo acabado de mujer culta y bondadosa, no sólo para las visitas, también para la propia familia.

Los hombres del mañana

"Moralistas y filósofos de todos los tiempos han proclamado que el porvenir de los hijos es obra de las madres (.) según la capacidad y sabiduría con que las guíen desde los albores de la vida".

Si llegara la ocasión de tener que educar niños, desde el mismo momento de su nacimiento debe iniciarse la educación. "Las mujeres somos los jardineros (.) para cultivar esas florescencias humanas que nos son tan queridas".

Para ello, velar afanosamente para que no aparezcan malas pasiones, caprichos y desobediencias.

Que el gran poder educador que tiene el ejemplo, se transmita por "la práctica, la realidad tangible, palpable, que enseña directamente".

 

Ubicación: Este libro puede consultarse en la Sala Americana - SA 36 - 6 - 49

 

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