ECONOMÍA DOMÉSTICA AL ALCANCE DE LAS NIÑAS

Presentamos "Economía doméstica al alcance de las niñas" publicada en Buenos Aires en 1925 por la Librería del Colegio.

Anticipando el futuro

"La niña de hoy, mis queridas amiguitas, es la mujer de mañana, aquella que compartirá con su esposo e hijos los dolores y placeres de la vida, la que los educará para satisfacción suya, para que sean útiles a la sociedad y honren a la nación"

En la naturaleza todo es orden y sistema y en el hogar...

"La mujer es (...) la reina humilde y querida en la que reside el sostenimiento de la familia, la unión de la misma y el sostenimiento del hogar"

El manejo del orden es el factor de importancia, así como en la duración de los días, en la sucesión de los días y las noches, también en los quehaceres ordinarios de la vida, regularizados por la costumbre - la repetición de los actos que deben efectuarse en su debido lugar y tiempo - y está en manos de la mujer, la esposa, sinónimo de ama de casa, responsable de la administración moral y material. Para la primera, debe dar el ejemplo en todo - acciones, palabras, deseos, modales - debe ser un espejo en el que se miren los que con ella viven, tratando de que el gobierno interior del hogar refleje además las normas del país que habita. Para la segunda, debe ser económica y cuidadosa, prestando atención a que los gastos nunca superen a los ingresos y teniendo la precaución de guardar algo para afrontar posibles desgracias o enfermedades.

De qué se trata el "catecismo frankliniano"

"Nadie mejor que la niña, futura ama de casa, debe saberlo de memoria, para practicarlo y hacerlo practicar a los suyos"

Sus máximas son sentencias resultado del estudio, la observación y la experiencia. Aluden a la virtud de la templanza - no comer hasta el punto de empacharse ni beber hasta trastornarse -, el silencio - no decir más que lo que puede servir a los demás-, el trabajo - ocuparse siempre de algo útil y abstenerse de toda acción que no sea necesaria -, la moderación - evitar los extremos -, la tranquilidad - no incomodarse por lances ordinarios.

Las lecciones para llegar a ser

"El ama de casa debe procurar el bienestar de todos los que la rodean. Para conseguir ese objeto es menester que cumpla con varios deberes..."

Los hay interiores, para consigo misma, para con su esposo, sus hijos y los sirvientes. Los hay exteriores, para con parientes, amigos, vecinos, necesitados y menesterosos. Se extienden desde el hogar hacia fuera, empezando por ella, por su aseo, arreglo y esmero. Desde el baño diario, que debe ser tomado por la mañana, con el estómago vacío y que evita que se depositen sobre el cutis partículas que impiden la respiración y la secreción cutánea, hasta la higiene de los dientes - con dentífricos caseros fáciles de preparar -que garantiza que no se acumulen sustancias nocivas que traen la pérdida de los dientes, pasando por el lavado semanal del cabello con agua templada que disuelve las sustancias grasas y a la que se puede agregar alcohol o aguardiente para fortalecerlo. Será el cumplimiento de estos deberes lo que la hará más agradable a los ojos de su esposo, quien así la verá como una compañera "instruida, buena, amable y grata". Los hijos - alegría del hogar y perpetuadores de la familia - serán objeto de cuidado y educación. para que no crezcan "enfermizos de cuerpo y alma" También los sirvientes forman parte del hogar, por lo tanto debe tener especial cuidado en elegirlos, conservarlos, tratarlos con justicia, con indulgencia, cuidarlos cuando se hallen enfermos y pagarles puntualmente.

Puertas afuera

"... la conservación de las relaciones que se mantiene con las personas allegadas a la familia por vínculos de parentesco (...) con los amigos y personas de relación (...) con el vecindario"

La mujer, ama de casa, deberá velar por las relaciones desprovistas de interés, sinceras, de generoso desprendimiento para con los amigos, con atenciones de urbanidad y cortesía para con los vecinos, con ayuda generosa al necesitado, ya sea con un pedazo de pan, un lienzo viejo o una palabra de fortaleza en un hospital.

Puertas adentro, sostén y administración del hogar

"...la buena administración del hogar vendría a ser el cimiento en el cual descansa todo el edificio doméstico"

Corresponde a la dueña de casa cumplir y hacer ejecutar las disposiciones dictadas con el esposo, criar a los hijos, ayudarlo a él en todo lo que sea posible - procurando obrar de acuerdo -, invertir bien los fondos, evitar los disgustos pueriles que son perjudiciales a la moral, la dignidad y la economía. Y todo en el tiempo debido. La administración que no tiene en cuenta el tiempo que se ha de emplear en las tareas, no es buena. El tiempo debe considerarse "un capital que produce mayor interés a medida que mejor se lo utiliza" Por ello, no dejar para mañana lo que puede hacerse hoy, un lugar para cada cosa y tener en cuenta que el tiempo perdido no se recupera, preparándose "niñas de hoy, mañana seréis , probablemente, madres de familia. Ejercitaos ahora, al lado de vuestros padres, en la práctica de las virtudes domésticas y haced que: sea el hogar imperio, escuela y templo"

 

Ubicación: Este libro puede consultarse en la Sala Americana -SA 3 – 3 – 10

 

Material digitalizado Ver material digitalizado: "Economía doméstica al alcance de las niñas"

 

>> volver