
A comienzos del siglo XVII se incrementó el número de bibliotecas en los monasterios de Europa. Si bien ya se habían originado y desarrollado durante toda la Edad Media, es durante los siglos XVI y XVII que se abren al mundo. Una de las características a destacar en este tipo de bibliotecas es la labor anónima y silenciosa mantenida a través de siglos por los religiosos que dedicaban su vida y esfuerzos a reunir, resguardar, reproducir y organizar las colecciones de estas bibliotecas. […]