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A partir
de 1880 el poder político del país se concentró
en manos de una minoría. El control de los principales
cargos de gobierno, el fraude electoral y la escasa participación
en los comicios fueron las bases de un régimen políticamente
conservador. Al mismo tiempo, se aceleró el crecimiento
económico, estimulado por la llegada de capitales extranjeros,
la exportación de cereales y carnes congeladas, la expansión
de los medios de transporte, la progresiva urbanización
y el surgimiento de industrias destinadas a proveer a la creciente
población. Una política liberal en cuestiones económicas
y el fomento estatal a la inmigración provocaron un gran
crecimiento de la población, con múltiples orígenes
nacionales y culturales. La vida social combinaba elementos de
conflicto y consenso. No faltaron conflictos generados por las
desigualdades sociales, por el carácter oligárquico
del régimen político y por la diversidad de culturas
e ideas. Sin embargo, la idea del progreso y la expectativa del
ascenso social, posibles mediante el trabajo y la educación,
dieron fundamento a la construcción de una identidad nacional.
Fruto de la intensa acción del Estado y del Primer Congreso
Pedagógico Nacional (1882), en el que educadores y representantes
de diferentes sectores de la educación trataron cuestiones
relativas a la enseñanza y la educación popular,
se sancionó en 1884 la ley 1420, que estableció
a nivel nacional la educación obligatoria, gratuita, gradual
y neutral en materia religiosa. Desde entonces, cambió
la vida de los niños. Ir a la escuela fue una obligación
y un derecho del que gozaban también los pobres y los inmigrantes.
Una acelerada alfabetización permitió que los alumnos
aprendieran a hablar, leer y escribir en español. Los contenidos
escolares alentaban que los alumnos, hijos de inmigrantes, se
sintieran cada día más argentinos. Los textos debían
incluir cantos escolares, morales y patrióticos, reglas
de urbanidad, higiene, moral y civismo, páginas alusivas
a la celebración del 25 de mayo y el 9 de julio, e imágenes
y lecturas referidas a los símbolos patrios. La historia
nacional debía cultivar y robustecer el sentimiento de
amor a la patria.
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Para
visualizar los textos digitalizados clickear sobre los títulos: |
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Silabario moderno:
primer libro de lectura. Buenos Aires: Cabaut, 1905.Hermanos de las
Escuelas Cristianas. |
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La niña argentina.
Buenos Aires: Cabaut, 1902.Fragueiro, Rafael, comp. |
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La
historia argentina en cuadros para niños. Buenos Aires: Lajouane,
Imhoff, Carlos y Levene, Ricardo. |
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La
base. Libro primario infantil. Adaptado al programa vigente. Buenos
Aires: Estrada, 1915 Natale, José A. |
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Mi
primer libro. Buenos Aires: Kapelusz, [19--] Malharro, Victorina. |
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Ferreyra,
Andrés; Aubín, José María, El nene: libro
segundo, Angel Estrada, Buenos Aires, 1907. |
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Los
cuentos de la abuelita: libro segundo de lectura. Cuarto libro de
lecturas graduadas con variados ejercicios ordenados a la práctica
de la redacción. Buenos Aires: Estrada, [19--] Aubín, José María. |
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