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Hoy presentamos “Plan y métodos de enseñanza sexual” trabajo leído en la 2º Conferencia Internacional del comité Abolicionista Argentino – Uruguayo en octubre de 1919. El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.
No sólo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.

Contextos complejos
“Hace cerca de dos años he emprendido en el Río de la plata la campaña abolicionista, consecuente con los deberes que me impone la Federación Abolicionista Internacional a que pertenezco y fiel a los compromisos contraídos (…) Y desde que he emprendido la tarea señalada sé que no me han sido escatimadas ni críticas ni censuras. Y es la principal de todas ellas, el hecho de que mujer, haya tenido el atrevimiento de abordar sin mojigaterías y sin prejuicios el problema delicado que estudia el abolicionismo y del que la enseñanza sexual es sólo una de las fases”

Hoy presentamos “Plan y métodos de enseñanza sexual” trabajo leído en la 2º Conferencia Internacional del comité Abolicionista Argentino – Uruguayo en octubre de 1919. Fue difundido por Tribuna Libre, publicación bimensual de temas sociológicos y literarios; Año III; Nº 64; en Buenos Aires en 1920. La 1º asamblea de la sección argentina de dicha conferencia se realizó en Buenos Aires en febrero de 1919.

Su objetivo principal se centró en la lucha por la erradicación de la prostitución. Fue creada, en el ámbito internacional, por la feminista Josefina Butler en 1875.
Su autora, Paulina Luisi (1875 -1949) nació en la provincia de Entre Ríos y falleció en Montevideo donde ejerció la medicina – fue la 1º graduada mujer – desarrolló una intensa actividad feminista y fue miembro del Partido socialista Uruguayo.

Temas necesarios y difíciles


“En la educación de nuestros niños, deberíamos ir buscando cuidadosamente de enseñarles las nociones más justas y necesarias de la vida; deberíamos tratar de habilitarlos para la actuación futura en el seno de la colectividad de que forman parte, y esmerarnos en inculcarles todo aquello que los acerque al Bien y a la Verdad”

Es responsabilidad de los adultos educadores, sean padres o maestros dirigir a las generaciones jóvenes con rumbo a las sociedades del futuro, apoyándose en las tendencias pedagógicas modernas y no verse tentados por el facilismo de las fábulas y mucho menos de las mentiras.
El niño es naturalmente curioso y deseoso de saber. Si en lugar de estimular esas capacidades, se lo hace con el misterio y el engaño, no sólo se desestima un potencial sino que se insiste sobre aquello que se pretende ocultar.
Es el caso – entre otros – de “los fenómenos de la generación” ocultados durante toda la edad escolar, “considerados como no existentes en las ciencias naturales”.
Algo análogo sucede en relación con contenidos morales ya que “se estudia y se enseña sobre falsos principios, las grandes, las nobles vinculaciones entre padres e hijos, entre hombres y mujeres”

Enfrentar la hipocresía
La frase de aquel miembro de una alta corporación de nuestra enseñanza, que exclamara aterrado, hace muy pocos años, refiriéndose a una de mis tentativas de enseñaza sexual `¡pero esta señorita quiere enseñar prostitución en las escuelas!´ pinta gráficamente el concepto mental (…) de lo que se llama en ética social la  Pedqogía sexual”

Del ocultamiento de los fenómenos naturales se sigue “una especie de hipnotismo mental que sólo permite al espíritu fijar su atención precisamente en aquello que se pretende deber ignorar ¡malsanos atractivos del pecado! Omitir la enseñanza sexual hará que niños y jóvenes se vean inclinados a no pensar más que en los fenómenos de la generación y con errores,  dejando de lado información necesaria para que los jóvenes puedan precaverse de contagios fatales, o para que no se hable de lo que se debe hablar “aunque conversen entre si más frecuentemente de lo que conviene” sin abordar conocimientos que van más allá de “el simple conocimiento de determinadas funciones que cumple o no cumple el organismo, o que el conocimiento de profilaxis y de higiene”

Construir un criterio social


“Es la viciosa educación del joven que aprendió en las prácticas sociales a considerar como un timbre de honor a las hazañas donjuanescas (…) cree lícitas la seducción y el engaño como un perfecto derecho, puesto que nadie piensa que se empañe el honor”

Hombres y mujeres asumen deberes frente a la descendencia, el respeto a la maternidad, el sentimiento de familia, el matrimonio, la responsabilidad de compañero y compañera que concluyen en la voluntad de educar al niño en el dominio de los grandes y pequeños acontecimientos de la vida cotidiana.

Ana Diamant

Este libro puede consultarse en la Sala Americana – SA – 30 – 07 – 11

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