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La BNM tiene una larga y rica historia. Presidentes, directores, bibliotecarios, docentes y usuarios conforman una trama que se fue tejiendo hace más de un siglo, de forma a veces silenciosa  pero siempre producto de un trabajo conjunto ininterrumpido y sólido.
Compartir fragmentos de esa historia- a través de la sección “¿Sabías que…?”- es el objetivo de los relatos que se presentan a continuación.

Siguiendo con la gestión como Director de la BNM del periodista y escritor Nicolás Coronado, resulta interesante el argumento con que Coronado justificaba  la adquisición de la biblioteca particular de Leopoldo Lugones.

Entre otros argumentos expresaba:

“He podido examinar el catálogo de las obras que integran esta colección, y puedo asegurarle al señor Presidente del Consejo doctor Pedro M. Ledesma, que han sido seleccionadas con un riguroso sentido crítico, como correspondía a los gustos e inclinaciones literarias de aquella vigorosa personalidad. Ninguno de los libros que el señor Lugones fue acumulando a través de los años carece de interés y de utilidad para el estudioso; y no son pocas las piezas de considerable valor bibliográfico que he podido advertir en una primera lectura de su catálogo. Así, por ejemplo, y en lo que a estas últimas se refiere, me he encontrado con ya ya rara edición de los “Erasmi colloquia”, de 1650, y las obras de don Luis de Góngora, publicadas por primera Gonzalo de Hozes y Córdova en Madrid en el año 1633; como también con las poesías de Echeverría, impresas en 1846 y un ejemplar del “Facundo” editado en 1874. En resumen, señor Presidente, se trata de una biblioteca en la que figuran 1.313 obras distribuidas en 1.759 volúmenes y cuyo elogio considero innecesario pues el nombre del señor Lugones es una garantía de su mérito”

El pedido fue aceptado y la biblioteca se incorporó al fondo bibliográfico de la BNM, dando lugar a la “Sala Lugones”.

También durante la gestión de Coronado se publicaron dos catálogos: el de “Ciencias Políticas y sociales” (1939) y el de “Obras  de educación” (1941)

El día 29 de marzo de 1949 Nicolás Coronado presentó su renuncia al cargo y falleció en la ciudad de Buenos Aires el 27 de mayo de 1961.

Fuente bibliográfica:

Rivero, Nicolás Augusto; Historia de la Biblioteca Nacional de Maestros: Argentina; Ministerio de Educación y Justicia; 1984

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