Saltar al contenido principal

Historia de la catalogación y los procesos técnicos XI

Uno de los primeros y más significativos catálogos de los que se tiene conocimiento en la Argentina colonial es el Index Librorum Bibliothecae Collegii Maximi Cordubensis Societati Iesus, que data del año 1757 .

La historia del libro y de las bibliotecas en Argentina –como ha ocurrido también en muchos otros países de América Latina- se encuentra íntimamente unida a la historia de la orden de la Compañía de Jesús, siendo el Index…el catálogo de la Biblioteca de los Jesuitas de la ciudad de Córdoba.

En 1599 llegan al Río de la Plata los primeros Jesuitas con autorización oficial del rey de España para establecerse e iniciar su labor educativa y evangelizadora en estos territorios.  En la ciudad de Córdoba, que en ese momento pertenecía al Obispado de Tucumán, el Obispo franciscano Fernando de Trejo y Sanabria conjuntamente con el Jesuita Diego de Torres fundan en 1613 un colegio de estudios superiores, que se establecería en el Colegio Máximo que ya funcionaba desde 1609, donde se estudiarían las disciplinas características de la época como Teología, Artes y Latín “para el bien espiritual de españoles e indios – y las puedan oír los hijos de vecinos de esta gobernación y de la del Paraguay y se puedan graduar de bachilleres, licenciados, doctores y maestros” como así se menciona en el Acta de Fundación del Colegio del año 1613, que a partir de esa fecha estaría a cargo de la Compañía de Jesús, dato no menor ya que desde sus orígenes esta orden religiosa tenía como ejes la educación, el estudio y la lectura como instrumentos fundamentales para difundir su doctrina por todo el mundo, y América no fue una excepción.

Los Jesuitas velaron continuamente para que sus centros educativos tuvieran bibliotecas abiertas para estudiantes y profesores, con una buena organización a través de la elaboración de catálogos  y un sistema de clasificación bibliográfico acorde con el pensamiento y la doctrina jesuítica, llamado sistema bibliothecae. Tal es así que ya el mismo San Ignacio de Loyola lo expresa directamente en su intención de crear bibliotecas en los centros jesuíticos que fueran de uso general, estuvieran a cargo de alguien proveniente de la comunidad y poniendo énfasis en el cuidado de sus fondos.Durante más de 150 años el Colegio Máximo o Universidad de Córdoba estuvo a cargo de los jesuitas, y se fueron incorporando otras disciplinas como filosofía, y ciencias, entre otras.; pudiendo encontrarse entre sus egresados hombres que luego ocuparían lugares destacados de la cultura y política argentinas.

El fondo bibliográfico se fue conformando entre libros impresos y manuscritos provenientes de compras o donaciones, destacadas por la calidad y cantidad de sus fondos, como por ejemplo la de Fray Trejo y Sanabria; y la de Monseñor Pedro Carranza, primer obispo de Buenos Aires.  Su crecimiento fue tal que se hizo imperiosa la necesidad para su organización y es cuando se crea el catálogo y en 1757 que se elabora el Index Librorum Bibliothecae Collegii Maximi Cordubensis Societati Iesus.Diez años después, cuando los jesuitas son expulsados en 1767, los fondos de la biblioteca ascendían aproximadamente a los 6000 ejemplares, (aproximadamente unos 3000 títulos), esto trajo consecuencias nefastas como la dispersión, pérdida y descuido de sus valiosas colecciones.

Bibliografía consultada:

Benito Moya, Silvano G. A. “Bibliotecas y libros en la cultura universitaria de Córdoba durante los siglos XVII y XVIII”. Información, cultura y sociedad.  26 (2012):13-39.

Index Librorum Bibliothecae Collegii Maximi Cordubensis Societati Iesus  [en línea].  Alfredo Eduardo Fraschini, dir. Ed. critica, filológica y bibliográfica.  [Buenos Aires: Biblioteca Nacional], 2003. [consulta: 20 de marzo 2013]<http://www.bn.gov.ar/descargas/pnbc/estudios/pnbc_estudio5_indexlibrorum.pdf>

Parada, Alejandro. Los orígenes de la Biblioteca Pública de Buenos Aires: antecedentes, prácticas, gestión y pensamiento bibliotecario durante la Revolución de Mayo (1810-1826).  Buenos Aires: Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, 2009

Comentá esta noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.