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Los orígenes de la Biblioteca Nacional de Maestros (Parte 1)

historia de la bnm

En el 150.° Aniversario de la BNM invitamos a conocer la historia de la Biblioteca a través de fragmentos publicados quincenalmente en esta sección de Noticias, extraídos del libro sobre la historia institucional que está en proceso de escritura y que esperamos completar a finales del presente año.

Los orígenes de la Biblioteca Nacional de Maestros (Parte 1)

El 15 de enero de 1870,  el presidente de la República Argentina, Domingo Faustino Sarmiento, mediante el Decreto 7779, creó una oficina dependiente del Departamento de Instrucción Pública a la que denominó Biblioteca y Reparto de Libros, con funcionamiento en la Casa de Gobierno -en el predio de la actual Casa Rosada-.

Biblioteca y Reparto de Libros, con funcionamiento en la Casa de Gobierno -en el predio de la actual Casa Rosada-
Biblioteca y Reparto de Libros, con funcionamiento en la Casa de Gobierno -en el predio de la actual Casa Rosada-

Sarmiento le atribuyó dos funciones: cuidar las publicaciones oficiales y distribuir las editadas por el gobierno. Probablemente, debido a las actividades que le asignó -concentrar y organizar las publicaciones dispersas en todos los ministerios y atender a los requerimientos de las diversas reparticiones-, el Registro Nacional llamó a esa unidad Biblioteca Nacional, nombre que se utilizó entre 1870 y 1881, año en que la actual Biblioteca Nacional Mariano Moreno se convirtió en biblioteca nacional, después de la federalización de Buenos Aires.

Solo durante un breve lapso, entre 1875 y 1878, la llamada por entonces Biblioteca Nacional habilitó una sección para la atención al público, pero sus tareas de recolección y distribución eran tales y la escasez de personal tanta que finalmente se determinó su cierre poco tiempo después,  continuando solo con sus funciones de recepción y distribución de publicaciones.

Eran tiempos de enormes esfuerzos y las condiciones edilicias no estaban garantizadas, lo que llevó a reiteradas mudanzas. Estas situaciones pusieron en riesgo constante a la Biblioteca que enfrentó por aquellos años varias propuestas de cierre e intentos de fusión y que redujeron su perfil a la atención del canje, la distribución de publicaciones y la compra de libros solicitados por las bibliotecas populares.

Ante los apremios y las embestidas, además de lo que implicaba la subordinación directa al Ministerio de Instrucción Pública, hasta el propio Sarmiento, luego de acaloradas discusiones con los integrantes del Consejo Nacional de Educación, terminó dando por frustrada la iniciativa y propuso fundirla con una biblioteca popular, la Biblioteca del barrio de San Nicolás, también llamada Biblioteca Popular del Municipio.

No dejes de seguir la continuación de esta historia que publicaremos el 14 de febrero en la sección Noticias.