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Borges y el tango, una obertura, se presentó en la BNM

Gustavo Provitina-guionista, director de cine, escritor y docente universitario- nos ofreció una charla sobre la serie de cuatro conferencias sobre el tango, que Borges realizó en octubre de 1965, en las que reflexiona sobre los orígenes, personajes, evolución y expansión de nuestra música porteña. Estuvo acompañado por el dúo de Cynthia Wainz y Mariana Bollero, quienes interpretaron en el piano, obras de Juan María Solare  y de Astor Piazzolla.

El encuentro, que se enmarca en el ciclo «Corcheas en su tinta», fue abierto por Mariana Alcobre, directora a cargo de la BNM, quien agradeció a los asistentes e invitó a visitar la agenda cultural y educativa.

Provitina inició su disertación, señalando que la relación de Borges con la música fue sinuosa, casi inexistente. Silvina Ocampo afirmaba que no distinguía entre Bach y Brahms, entre un músico barroco y uno del romanticismo.

El audio de las conferencias se había perdido. En el año 2002,  Bernardo Atxaga -un escritor vasco- recuperó las grabaciones en unos casetes que le habían hecho llegar. María Kodama certificó la autenticidad y autorizó que la serie fuera publicada -por Sudamericana, en 2016- con el nombre El tango. Cuatro Conferencias. En esta obra, Borges se interroga:

¿Cuáles son los orígenes del tango?

El escritor reivindica al tango orillero de principios del siglo XX, cifrando su nacimiento en 1880. Borges asevera que el origen está en la milonga y la habanera, ritmo que se encuentra presente en el tango de la Guardia Vieja. Este ritmo se deja de utilizar en 1920,  más tarde se va desprendiendo, también, del 2×4. El tango era alegre y se tocaba con instrumentos que no pertenecían al compadraje: flauta, violín y piano. Borges prefería la guitarra y no le gustaba el bandoneón, ya que -afirmaba- había entristecido al tango.

¿Cuál era el ambiente del tango? Sobre esta cuestión, Borges  remarca que el escenario es el sur de Buenos Aires. Creía que los porteños pertenecen al sur, no como un lugar geográfico sino como un lugar metafísico: los callejones de San Telmo, el suburbio. El tango nace en el sur, espacio que no estaba alejado de la pampa, espacio en el que se mezclan personajes en un ambiente marginal, en las «casas malas», lugares que hoy se llamarían prostíbulos.

¿Quiénes son sus personajes?
Gauchos, compadritos, guapos, los llamados rufianes y cafishios -en lunfardo-, tratantes de blancas como se los conocería después, dado que las mujeres eran francesas y polacas, propiedad del compadrito que tenia la potestad de ultrajarlas y de marcarlas, como lo reflejan tangos como De puro guapo o Contramarca.

Investiga los temas del tango siguiendo a Carriego. El mundo de Carriego obrará como ventana y punto de enlace para el acceso de Borges al tango y su repertorio de imágenes devenidas, gracias a la amplitud de su imaginación, en ensayo, cuento o milonga. Se encuentra con los compadritos, con el compadre, el compadrón –que quería imitar al compadre, pero le salía mal-. El compadrito, según Borges, procedía de diferentes oficios: carrero, cuarteador y, a veces, vivía de la mujeres. Se sentía criollo y cercano al linaje del gaucho.

Otro personaje es el niño bien o patotero, el patotero sentimental, que buscaba la indecencia del tango. Así, llega a París a través de Ricardo Güiraldes quien, además de novelista y poeta, era un eximio bailarín y guitarrista que era invitado a tocar en las casas aristocráticas.

¿Cuál fue la evolución del tango?
Borges compara la evolución del tango con la evolución del jazz. Surge en los mismos lugares en los que surgiría, pocos años después, el jazz, en los Estados Unidos: en las “casas malas”.

En los orígenes hay grandes bandas, las big bands del jazz y las orquestas típicas del tango, Estas grandes formaciones van disminuyendo su influencia con el tiempo.

Afirma Borges que la evolución del tango-milonga al tango-canción era una fatalidad. Carlos Gardel trae el drama, lo vuelve triste y melancólico. “Gardel tomó la letra de tango y la convirtió en una breve escena dramática, una escena en la cual un hombre abandonado por una mujer, por ejemplo, se queja”.

Concluyendo el encuentro, Provitina mencionó las fuentes que Borges utilizó para sus conferencias. Una obra fundamental es  La historia del tango de los hermanos Bates, que realizaron entrevistas en la radio a figuras fundacionales del tango, siendo de un valor testimonial inigualable. Otra obra es Cosas de negros de Vicente Rossi. Estos autores no se ponen de acuerdo en cuál es el origen musical del tango. Para Rossi era africano y había nacido en una academia de baile, era el legado de los negros, la africanidad se percibe en la milonga.  Otra fuente es Lugones, que era de la idea de que la palabra tango tenia una raíz latina tanguer, tocar. A Borges le parecía inverosímil que los compadritos fueran ilustrados y que conocieran el latín, desestimando esa visión. A Lugones no le gustaba el tango, afirmaba que una mujer que baila el tango publica en su cuerpo la infamia.

Provitina describió la relación de Borges con Piazzolla. Graban un disco El tango, en 1965, que testimonia dos maneras diferentes de entender el tango. No se comprendían artísticamente “tocó unos tangos […] creía que era música brasileña, hasta que leí el título, es bruto y vanidoso” afirmaba Borges del músico. “En términos musicales es sordo”, respondía Piazzolla.  Para el escritor, el tango muere con la Guardia Vieja.

Finalmente, el dúo de Wainz y Bollero interpretó en el piano: Reencuentro, Quince bajo cero y Milonga Nunca Más, de Solare y Muerte del ángel, Milonga del ángel y Adiós Nonino, de Astor Piazzolla.

Te invitamos a ver la charla completa y disfrutar de la música del encuentro.