13 de junio Día del Escritor. Aniversario del nacimiento de Leopoldo Lugones

El 13 de junio de 1874, nacía Leopoldo Lugones, en Villa María del Río Seco, Córdoba. La relevancia que Lugones tiene para la cultura argentina es enorme. Definió, también, el rol del intelectual que funde en un proyecto público su destino. Hijo de su tiempo, encarnó las profundas contradicciones de una época que vio nacer la Ley Sáenz Peña de 1912 que establecía el voto universal, secreto y obligatorio y, a su vez, permitió el golpe de Estado de 1930.

El Lugones escritor vivió con intensidad el llamado modernista, su Lunario sentimental tuvo una enorme influencia y puede leerse en consonancia con la obra de Rubén Darío. Son textos que discuten una nueva manera de trabajar con la lengua castellana, nutriéndose de diversas fuentes, fuera de la obediencia servil a las formas españolas. Es, también, precursor de la fértil tradición de la ciencia ficción argentina. Con Las fuerzas extrañas, predice algunos desarrollos científicos pero, como toda obra del género, habla también de su presente. El incipiente siglo XX y su fe de progreso traía aparejada una soledad que sólo la creencia en algo trascendente permitía morigerar. La ciencia positiva y las fuerzas atávicas que siguen manifestándose conviven en su obra. Lugones supo, sin conflicto, ser miembro de grado en la Sociedad Teosófica y amigo de Einstein, a quien paseó por Buenos Aires en su visita. Ciencia y misterio conviven en él y encuentran en sus textos una forma estética señera para nuestras letras.

No sólo por sus poemas, cuentos y novelas fue un autor fundamental, también sus ensayos y lecturas generaron hitos insoslayables en la cultura argentina. Lugones fue uno de los principales motivos por el que nuestro libro patrio es el Martín Fierro. En sus conferencias, presentadas en el auditorio Odeón, explicó la ascendencia heroica de nuestro gaucho hasta llevarlo a la épica homérica. En un contexto de una patria incipiente, dar con un libro patrio era una necesidad estética y política que Lugones tomó como un desafío personal. Sus observaciones, reunidas en el libro El payador son, junto con la Historia de la literatura argentina de Ricardo Rojas, los hitos que permiten empezar a armar una literatura argentina que trae aparejado un proyecto de país. Ese gaucho resultaba más convocante que los políticos y militares nacionales en un territorio cuya fisonomía cambiaría para siempre con la llegada de la inmigración masiva. Lugones encontró en el Martín Fierro una forma de pensar lo nacional y hacerlo dialogar con lo universal.

Hombre de grandes pasiones, el amor romántico estuvo también entre ellas. Entre los tesoros de la Biblioteca Nacional de Maestros, institución que Lugones dirigió durante largos años, atesoramos el patrimonio lugoniano que cuenta con su despacho y su biblioteca. Allí seguimos encontrando piezas que nos hablan, como la cinta rosa que su amada “Aglaura” (seudónimo de ascendencia clásica que Lugones usó para un amor oculto) le habría obsequiado y que él escondió entre las páginas de un libro, permitiéndonos acceder a una parte recóndita de su efervescente interioridad.

El suicidio de Lugones en 1938 marca, también, el triste fin de una época de los intelectuales y de los proyectos políticos que se vieron caer en ese período. La Sociedad Argentina de Escritores, institución que Lugones fundó, reconoce el día del natalicio del escritor como el día de todos los escritores del país.

Dentro del patrimonio de la BNM, hemos digitalizado la primera edición de Las fuerzas extrañas, Lunario sentimental y El payador entre otras obras. Nuestra vitrina de este mes recuerda a este enorme argentino y busca servir como invitación para seguir conociendo sus misterios.