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Historia y bibliotecas: Biblioteca Nacional de El Salvador

En 1824 El Salvador, que entonces se denominaba Provincia de San Salvador, logró su independencia de la corona española para formar parte de las Provincias Unidas de Centro América.  En 1859, luego de disolverse la Federación Centroamericana de la cual formaba parte, adquiere su status de República de El Salvador.

A partir de entonces se inició un largo proceso de consolidación política, económica, cultural y social. Justamente durante este período, el 5 de julio de 1870, se funda la Biblioteca Nacional Salvadoreña, tal cual su primera denominación, a través de un decreto elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores e Instrucción Pública.

Se destaca entre sus primeras colecciones la que había pertenecido al Cardenal Lambruschini, secretario del Papa Gregorio XVI, la cual ascendía a unos 6.000 volúmenes y contaba con valiosos ejemplares, muchos de los cuales datan del siglo XVI y XVII.

Al frente de la Biblioteca hubo personalidades destacadas, entre ellos el escritor, educador e historiador salvadoreño Francisco Antonio Gavidia. Su labor en la institución fue prominente por lo que cuando se retiró recibió el título de Director Honorario de la Biblioteca Nacional y en homenaje esta lleva hoy su nombre.

Durante el siglo XX la Biblioteca continuó creciendo y aumentando sus fondos. En 1964, y gracias en gran parte al apoyo de la Asociación de Bibliotecarios de El Salvador, inauguró su edificio propio en el centro histórico de la ciudad, en el cual también funcionaba junto con el Archivo Nacional. Lamentablemente dos décadas después, debido al gran terremoto de 1986 el flamante edificio quedó en gran parte destruido.

Luego de la catástrofe y gracias al esfuerzo, apoyo y trabajo de muchos salvadoreños, del gobierno, y de organismos cooperantes nacionales e internacionales, en pocos años la Biblioteca se pudo reorganizar. Actualmente funciona en las instalaciones del Banco Hipotecario, brindando sus servicios habituales, incorporando nuevos acordes a las necesidades de sus lectores, y fundamentalmente cumpliendo con su objetivo principal: la preservación del patrimonio bibliográfico nacional y de Centroamérica.

Bibliografía consultada

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