Responderse si el viernes pasado, en la Feria del libro hubo una presentación o una reunión de amigos de Cecilia es encontrarse en la contratapa de Homenaje a Cecilia Braslavsky.
Conocimiento, historia y política en la educación (Santillana, 2016) con su foto y, como dicen Inés Dussel y Pablo Pineau, sus compiladores, el libro “quiere ser un homenaje y, como tal tiene algunas ventajas y algunos riesgos. Entre las ventajas, está la de reunir (reunirnos) a muchos de los que compartimos distintas etapas de su vida académica y profesional; incluye a varios que tomaron caminos muy diferentes, tanto de los que Cecilia eligió como de los que cada uno eligió para sí. El homenaje reúne a varios exministros de Educación, funcionarios destacados de organismos internacionales y nacionales, discípulos de distintas épocas, amigos y hasta enemigos entrañables, y retoma distintos hilos y conversaciones que ella fue planteando a lo largo de su vida”.
La presentación – reunión, convocó al mismo elenco, un poco más amplio: exministros, funcionarios, discípulos, colegas, amigos cercanos y distantes, familiares, hermana, hija.
El índice los vuelve a reunir a muchos de ellos con nombres, apellidos, reflexiones, interpelaciones, debates inconclusos, autores revisados, temas pendientes, recuerdos, caminos andados y finalmente textos inéditos.
La tapa, además de reponer su letra manuscrita y su rostro joven nos lleva al archivo personal, allí donde se resguardan sus textos borradores, las fichas con las que tomaba examen, las anotaciones de reuniones, los comentarios a las tesis que leyó, las guías de conferencias, la artesanía de su pensamiento. Por eso una invitación a volver a visitarlo.
El contenido del libro, un itinerario temático que hace luz sobre su biblioteca. Recorrer los capítulos es también una forma de transitar los estantes. Allí están, en la urdimbre entre los capítulos y los estantes, sus lecturas, sus producciones y sobre todo sus interlocutores, sus compañeros de ruta, sus intereses. Está el análisis de sus trayectos de formación y producción, los aportes para pensar los sistemas y las reformas educativas, las preocupaciones sobre el currículo, sobre la historia de la educación, sobre la enseñanza, finalmente aquello que quedó sin publicar en vida. Por eso una invitación a visitarla.
Por eso, una invitación a la lectura de este Festschrift que Cecilia deseó y que se concreta, al decir de Inés y de Pablo, en “la voluntad de que la muerte no apague el diálogo con su obra” y en “las marcas y herencias que dejó como maestra, amiga y colega”.
Por eso una oportunidad de reencuentro con Cecilia, mediada por Daniel Filmus, Marcelo Caruso, Juan carlos Tedesco, Adriana Puiggros, Mariano Narodovski, Guillermina Tiramonti, Claudio Suasnábar, Alejandro Tiana Ferre, Joaquim Azevedo, Gabriela Diker, Andrea Brito, Gustavo Cosse, Daniel Pnkaz, María Ester Mancebo, Alejandra Birgin, René Bendit, Felicitas Acosta, Cristin Cox, Silvina Gvirtz, Laura Fumagalli, Silvia Finocchio, Hilda Lanza y por quienes desde la platea hicieron su aporte silencioso.
Ana Diamant