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El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.No sólo se trata de encontrar el texto que ha quedado descansando, a la espera de una nueva consulta. También de regresar al que alguna vez ya fue interpelado a la luz de nuevas lecturas, otras preguntas, renovadas interpretaciones.

De quién se trata

“La historia de las providencias sociales nos enseña, que la beneficencia y la filantropí, se han anticipado muchas veces a la ciencia en auxilio de las diversas contingencias de la necesidad y que la legislación, acopiando los tesoros de la experiencia de la una y del consejo y guía de la otra, es la última en llegar para dictar sus veredictos”

Hoy presentamos “La asistencia de los menores. Consideraciones médico – pedagógicas” escrito por el Dr. Lanfranco Ciampi, extracto de la Revista de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal; Año VII; N° 40, publicado por los Talleres Gráficos de la penitenciaría Nacional en 1922.

Contexto y condiciones

“Uno de los momentos más trascendentales que la historia universal contemporánea comprueba, es el de la fecundación y vigoroso desarrollo del concepto de igualdad social: ricos y pobres, hombres de ciencia o analfabetos, se consideran en conjunto, como trabajadores y por consiguiente como debiendo ser amparados por idénticos derechos, destinados a asegurarles el bienestar y la satisfacción de los goces de la existencia”

Frente a estos postulados, se destaca la importancia de la protección al débil, de hacer su vida y su lucha menos desigual, “para que los vencidos de la vida no lo sean perpetuamente”

En ese sentido, la profilaxis social debe reconocer a los “desheredados”, juzgarlos hermanos y fraternalmente reclamar por ellos “y para ellos, educación, asistencia y protección” para los “diversos tipos de menores anormales que aún esperan disposiciones especiales que los beneficien y sean también de defensa para la colectividad, trazando un plan de conjunto que tienda a la solución de tan grave como difícil problema”
Los beneficiarios “Henos pues, llegados en condiciones de reseñar rápidamente las diversas categorías de niños para los cuales se imponen, como indispensables, providencia educativas”

I – Niños abandonados, entre los que se encuentran los expósitos, que si bien están protegidos por instituciones específicas “se debe tener presente el sufrimiento de estas criaturas durante el período de gestación (…) y que en general son hijos de padres de moralidad deficiente y de marcada tendencia a las intoxicaciones (…) además, criándose en ambientes poco higiénicos y mediante sistemas alimenticios en gran parte artificiales”

II – Niños débiles físicamente, “que dan escaso rendimiento o que no se adaptan al ambiente escolar” con trastornos identificables por debilidad constitucional como estados anémicos, vegetaciones adenoideas, otitis purulentas, disminuciones visuales. “la pedagogía enmendativa ha designado a estos sujetos con el término de falsos anormales” es decir, anormalidad transitoria o accidental

III – Niños deficientes, con variedad de anomalías mentales que muchas veces dificulta la diferenciación diagnóstica, ya se trate de déficit intelectual – que no deben ser asociados a “delinquibles, amorales, delincuentes” – o alteraciones “en la mentalidad” que en algunos casos puede estar asociada a “insuficiencia ética y grado de educabilidad.

IV – Niños deficientes del sentido moral, con “anomalías graves del comportamiento y la conducta (…) desviación o perturbación del sentido ético” llegando a la perversión o aberración moral, ”sin ultrapasar las fronteras de la normalidad, que delinque quizás una sola vez en su vida, porque circunstancias extraordinarias han provocado en su alma una exaltación pasional que rompe o anula los frenos inhibitorios”

El esfuerzo
Es menester dar un paso más decisivo; buscar un remedio más enérgico; además del factor externo o mesológico, afrontar también el factor biopatológico, buscando su origen y causas (…) En esta lucha está empeñada la llamada medicina social”
Se trata de librar una guerra sin cuartel contra los flagelos de la humanidad, intensificar los cuidados a la infancia desde “el claustro materno”, legislar el trabajo de los menores y acordar asistencia pre y post escolar “fuera, pues, todo pesimismo y sigamos adelante con la seguridad de poder salvaguardar el devenir continuo de la humanidad”

Ana Diamant

  • Este libro puede consultarse en la Sala Americana – SA 9 –1 – 16
  • Ingrese por aquí al pdf del libro

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