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Heroínas y Mártires de la independencia de América

Desde el año 2007 cada 12 julio se conmemora el día de las Heroínas y Mártires de la independencia de América, día elegido en homenaje al nacimiento de la Teniente Coronel Juana Azurduy de Padilla, por Ley 26.277.

Por ello se le rinde homenaje desde la vitrina de la Biblioteca Nacional de Maestros a Juana Azurduy, conocida como la flor del Alto Perú, se comprometió junto a su esposo Manuel Ascencio Padilla, en el liderazgo de las luchas por la independencia del Virreinato del Río de la Plata.  En 1813 ambos se pusieron a las órdenes de Manuel Belgrano, nuevo jefe del Ejército Auxiliar Argentino, llegando a reclutar 10.000 milicianos.

La amazona de la libertad, lideró la columna que atacó el cerro de Potosí, tomándolo el 8 de marzo de 1816. Debido a su actuación, tras el triunfo logrado en el Combate del Villar recibió el rango de teniente coronel por un decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Luego, el general Manuel Belgrano le hizo entrega simbólica de su sable.

El 14 de noviembre de 1816 fue herida en plena Batalla de La Laguna, su marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte. En su comprometido rol en batalla también perdió a 4 de sus 5 hijos. Los hechos hicieron que Azurduy, se replegara hacia el sur, uniéndose a Martín Miguel de Güemes. Con la muerte de Güemes y sin apoyo de ningún tipo se vio reducida a abandonar las acciones.
Azurduy pasó varios años en Salta, al tiempo que solicitaba al gobierno boliviano, ya independiente, sus bienes confiscados. Con el paso del tiempo el mariscal Antonio José de Sucre le otorgó una pensión, la cual le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares.

Finalmente, la mujer valiente que entregó todo por la independencia, murió indigente el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años. “Como si el destino le hubiera hecho un homenaje que su Patria aún le debe” en palabras de Pacho O’Donnell.
Luego de 100 años, sus restos fueron exhumados, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en la ciudad de Sucre (entonces Alto Perú). A modo de cierre se presenta la canción compuesta por Félix Luna, con música de Ariel Ramírez.

Juana Azurduy
(Letra: Félix Luna – Música: Ariel Ramírez)

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú:
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Oigo tu voz
más allá de Jujuy
y tu galope audaz,
Doña Juana Azurduy.

Me enamora la patria en agraz,
desvelada, recorro su faz;
el español no pasará
con mujeres tendrá que pelear.

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú,
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Estribillo

Truena el cañón,
préstame tu fusil
que la revolución
viene oliendo a jazmín.

Tierra del sol
en el Alto Perú,
el eco nombra aún
a Tupac Amaru.

Tierra en armas que se hace mujer,
amazona de la libertad.
Quiero formar
en tu escuadrón
y al clarín de tu voz
atacar.

Fuentes consultadas:

– Trenti Rocamora, José Luis e Enrique Udaondo. Grandes mujeres de América. Buenos Aires: Huarpes, 1945. Disponible en la Biblioteca Nacional de Maestros.

– Gantier, Joaquín. Dona Juana Azurduy de Padilla. [S.l.]: Simón I Patiño, 1946. Disponible en la Biblioteca Nacional de Maestros.

– O’Donnell, Pacho. Juana Azurduy: la teniente coronela. Buenos Aires: Planeta, 1994. Disponible en la Biblioteca Nacional de Maestros.

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