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Historia de la catalogación y los procesos técnicos X

Adrien Baillet (1649-1706) nació en Francia en La Neuville-en-Hez.  Se destacó en su tiempo como un gran erudito, fue teólogo, profesor, biógrafo, historiador y bibliotecario. Proviente de una familia muy humilde pero conciente de la importancia de la educación, esta hace muchos esfuerzos para enviarlo a la escuela del pueblo, y luego ayudarle a continuar sus estudios en el seminario teológico.

Se desempeña luego como profesor en el Colegio de Beauvais, y en 1676 se ordena sacerdote, cargo que ejerce solo por cuatro años ya que en 1680 abandona los hábitos y se instala en París donde es nombrado bibliotecario de François-Chrétien de Lamoignon, abogado general en el Parlamento de París.

Su dedicación y compromiso con la Biblioteca de Lamoignon lo llevan a escribir varias obras importantes para la bibliotecología. El primer libro que escribe relacionado con la biblioteca se publica en 1672 y es el Catálogo razonado de la Biblioteca de Lamoignon, escrito en 32 folios, el cual aporta innovaciones tales como: un extenso índice alfabético por materias; los pasos para localizar un mismo libro por diferentes entradas y los criterios generales para la elaboración de otros catálogos diccionarios.

Es por esta razón que se lo  considera más que un catálogo, ya que al dar una serie de indicaciones llega a ser casi un manual para el bibliotecario. Como fiel representante de su tiempo, Baillet opinaba que uno de los deberes de su profesión era diferenciar entre los libros recomendables para la lectura de los que no lo son.  Es por ello que escribe una de sus obras más reconocidas: Jugemens des scavans sur les principaux ouvrages des auteurs  (Sentencias de los sabios sobre las principales obras de autores),  que es una bibliografía de las obras más conocidas de la época con comentarios y juicios críticos de otros autores destacados, publicada en 9 volúmenes entre 1685 y 1686, se estructura básicamente de la siguiente manera:Volumen 1: introducción y comentarios generales sobre los libros y primeros impresores;Volúmenes 2 a 4: presenta juicios críticos sobre gramáticos latinos, griegos, hebreos, franceses, italianos y españoles y si los tienen sobre sus respectivos traductores; Volúmenes 5 a 9: dedicados a libros escritos únicamente en griego, latín o lengua vulgar; y un apartado especial sobre el arte de la poética.

Lamentablemente esta obra queda inconclusa y es recién en 1722 que se publicará una edición revisada, corregida y aumentada por Bernard de La Monnoye. No se puede dejar de mencionar la obra “Autores disfrazados de nombres extranjeros, prestados, supuestos, fingidos por gusto, inventados, invertidos o con cambios de un idioma a otro” publicada en 1690, ya que sería una de las primeras bibliografías sobre seudónimos de las que se tiene conocimiento. Escribió también obras religiosas e históricas.

Muere en 1706 dejando sin concluir su obra “Diccionario eclesiástico universal” .

Bibliografía consultada:

  • Garrido Arilla, María Rosa.  Teoría e historia de la catalogación de documentos. Madrid: Síntesis, 1996
  • Malclès, Louise Nöelle. La bibliografía. Buenos Aires : Eudeba, 1960.
  • Millares Carlo, Agustín. Introducción a la historia del libro y las bibliotecas. Madrid: Fondo de Cultura Económica, 1971

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