Saltar al contenido principal

Dedicatorias a Alejandra Pizarnik, en el año del 50 aniversario de su muerte

Alejandra Pizarnik es una de las escritoras fundamentales de la literatura argentina del siglo XX. En su breve existencia creó una de las obras más originales de la poesía argentina. Su producción abarca además la crítica literaria, relatos cortos, una vasta correspondencia y alguna novela breve.

La BNM posee cerca de 300 obras de su biblioteca personal. Esta colección permite asomarnos al catálogo de las elecciones estéticas, inquietudes intelectuales y afinidades literarias que poblaron sus textos literarios y críticos. Incluye ejemplares de la revista Sur; publicaciones de poesías y patafísica en francés, libros clásicos y surrealistas con grabados y dibujos originales.

Muchas de estas obras contienen dedicatorias de amigas y amigos de la poeta. En el año del 50° aniversario de su muerte observaremos algunas de ellas y realizaremos semblanzas de las vidas de sus autoras y autores.

Donación de su biblioteca personal
En 1974, dos años después de la muerte de Alejandra Pizarnik, su madre, Rejzla (Rosa) Bromiker de Pizarnik, ofreció sus libros al círculo cercano de la escritora. A Ana Becciu, poeta y amiga de Alejandra, le regaló principalmente libros de poesía, y al poeta Pablo Ingberg, los de narrativa.

En 1976 Becciu se exilió del país, pero conservó el material en casa de su madre y después en el estudio jurídico de su padre. En 2007 la Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros retiró de allí las obras y se hizo efectiva la donación.

En 2009 el catedrático y escritor Daniel Link contó en una tertulia realizada en la BNM que el resto del material se donó a la Universidad de Princeton, Estados Unidos, y a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

Biografía
Elías Pozharnik y Rejzla Bromiker, de origen eslavo-judío, llegaron a Argentina en 1934 desde Rovne (Polonia) sin hablar una sola palabra de español, exiliados de la Segunda Guerra Mundial. Se instalaron en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y allí nació el 29 de abril de 1936 Flora Alejandra Pizarnik (el apellido del padre lo habrían cambiado al ingresar al país).

Estudió en la escuela Normal Mixta de Avellaneda, donde, según escribió Cristina Piña en Alejandra Pizarnik. Una biografía, “… se atrevía a preguntar y a discutirles a los profesores, liera e inteligente, alumna de 8, a veces de 9, porque importaba más leer e inventarse, en el pequeño cuarto propio, un París admirado en los libros, que matarse estudiando para sacarse 10”.

Pizarnik empezó y dejó Filosofía, Periodismo y Letras. También estudió pintura con el surrealista uruguayo Juan Batlle Planas. Tempranamente se desmarcó de los roles clásicos asignados a las mujeres, abocándose a su particular escritura.

En 1955 publicó su primer libro, La tierra más ajena, del que después renegó, con el nombre de Flora Alejandra Pizarnik, firma que utilizó en sus primeros años de escritora. En 1956 se editó La última inocencia y, dos años más tarde, Las aventuras perdidas. Con Árbol de Diana, de 1962, se empezó a perfilar su estilo más conocido.

Entre 1960 y 1964 vivió en París, Francia, donde conoció a Julio Cortázar, gran amigo y con quien mantuvo una asidua correspondencia. Él la introdujo en el círculo parisino de intelectuales apartados del establishment. Allí Alejandra se acercó al existencialismo y al movimiento literario joven. En 1965 se editó Los trabajos y las noches. Por esa época empezó a escribir críticas en diarios y en las principales revistas de Europa y América Latina.

Después de la muerte de su padre en 1967, la poeta se mudó a la calle Montevideo 980, a la vuelta de la BNM. Al año siguiente publicó Extracción de la piedra de la locura y ganó la Beca Guggenheim, que le permitió viajar a Nueva York y a París. Para muchos conocedores de su vida, las crisis anímicas de Alejandra habrían comenzado después de quedarse sin el padre.

En 1971, un año antes de morir, publicó El infierno musical. Adrián Fresno Ferrer comentó en su trabajo El Infierno Musical de Alejandra Pizarnik a la luz de la tradición mística: “Por primera vez descuidó la depuración de las palabras, cosa que resulta llamativa dado que la poeta sometía sus poemas a un largo proceso de correcciones e incluso reelaboraciones. En cierto modo, puede decirse que Pizarnik deja de sentirse responsable del control del lenguaje. Esta obra es quizá la más ceremoniosa de todas las obras, pero también es la más fúnebre; Pizarnik establece una estrecha relación entre la ceremonia y la música”.

Alejandra Pizarnik se suicidó a los 36 años, el 25 de septiembre de 1972. Ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones, y varias veces había estado internada en el pabellón neuropsiquiátrico del Hospital Pirovano.

Hubo numerosas publicaciones póstumas, como Textos de sombra y otros poemas (1982), Obras completas (1994), fragmentos de un Diario y sus cartas.

En gran parte de sus composiciones aparecen palabras clave: voces, noches, sol; y sus temas: la soledad, el dolor, la angustia, el ahogo, el túnel, el cuerpo, la infancia, la muerte. Podemos apreciar su estilo en algunas de sus poesías.

“La palabra que sana” (El infierno musical, 1971)
“Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa”.

“Nombrarte” (Los trabajos y las noches, 1965)
“No el poema de tu ausencia,
solo un dibujo, una grieta en un muro,
algo en el viento, un sabor amargo”.

“Cenizas” (La última inocencia, 1956)
“La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.
Pronto nos iremos
arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.
¿Qué haré conmigo?
Porque a ti te debo lo que soy
Pero no tengo mañana
Porque a ti te…
La noche sufre”.

Las y los invitamos a acercarse a la BNM para conocer, leer y disfrutar de la obra de Alejandra Pizarnik.

La colección de su biblioteca personal se encuentra ubicada en la Sala Americana de la Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros. Lunes a viernes de 9 a 17 h, (011) 4129-1284, bnmsa@educacion.gob.ar.