El objetivo de esta sección es dar a conocer piezas de valor histórico que constituyen el fondo patrimonial de la BNM a la vez que una invitación a consultarlas.
Hoy presentamos “La acción post escolar del estado. Urgencia de su organización en todo el país” de Honorio J. Senet publicado en 1923 en La Plata.
El ejemplar lleva la firma de su autor y está dedicado, de puño y letra, al Profesor Jorge A. Boero, Presidente del Consejo Nacional de Educación.
Honorio J. Senet fue Doctor en Jurisprudencia y Profesor de Enseñanza Secundaria en la especialidad Historia. Ex Inspector, Jefe de Estadísticas y Abogado de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires. Director y Profesor de la Escuela Nacional Superior de La Plata.
Más tarea para el sistema educativo
“Después de aquellos felices tiempos en que el ideal de patria de nuestros prohombres primeros, lo sintetizaba la frase de Gorriti “pueblo de hombres libres, centro de las virtudes sociales y de los inocentes goces que saben proporcionar la industria y el talento” las escuelas primarias y la universidad de Rivadavia, los colegios nacionales de Mitre y de Urquiza, las escuelas normales de Sarmiento y las bibliotecas populares fomentadas por todos ellos y otros estadistas argentinos no menos ilustres, marcan la iniciación en la obra sistemática de una acción cultural del Estado para alcanzar aquella noble aspiración”
La batalla por la excelencia
“La escuela y los libros eran los dos grandes elementos y únicos factores entonces de que pudiera echarse mano para esa acción (…) que concurren a la obra que impone al maestro y a la ciencia sobre la sociedad todavía inorgánica, de un pueblo que dejaba las armas de guerra para constituirse”
Para Sarmiento, preocupado “por un descenso intelectual y moral, por el síntoma elocuente del encumbramiento de los indoctos, de los incapacitados o de los mediocres, signo infalible de decadencia” la preocupación por la acción cultural fue un eje de su obra, como maestro de escuela, como sociólogo, como político, como estadista “en la escuela, dando conferencias, ya enseñando prácticas agrícolas, como las del recto ejercicio de una democracia sana, ya dirigiendo o enseñando en los parlamentos o en el gobierno”
Los sentimientos valiosos
“… que a cien niños modelados argentinos por la acción de la escuela, se opongan otros tanto o más niños o adultos que únicamente transplantaron su ignorancia o nuevas malas costumbres, sentimientos antisociales y odios exóticos”
El libro, “santificado hasta por el gaucho como vehículo y cultor del bien” no puede ser reemplazado por éxitos de librería que proclaman los nuevos conceptos de la vida de los goces materiales o por la cinta cinematográfica “que hace escuela para delincuentes o cátedra de excelencias excéntricas” que presentan cohesión nacional escasa y espíritu demagógico.
La inmigración – en contenidos y en personas – gérmenes de disolución.
Entusiasman más “el boxeador, el footballer y el caballo de carrera que el artista o el sabio o el héroe que sacrifica su vida por salvar a un semejante”.
El extranjero todavía no ha podido ser influenciado y por lo tanto se hace difícil su adaptación al país tal como lo muestran pocas manifestaciones con sentimiento nacionalista.
Las debilidades que habría que contra restar
“… la mayoría de nuestros compatriotas no conoce de su país, más allá del lugar donde vive, y lo peor es que se siente más atraído hacia el extranjero que a conocer su patria, ni aún por turismo”
Sabemos que nos preocupan las desgracias del exterior y “que existe en nuestros pudientes una vinculación espiritual mucho mayor con el extranjero, mantenida a diario, que con el resto del país en el que se heredó o se alcanzó la fortuna” que se encarga de cultivar la prensa que difunde “los detalles de una boda principesca, el fallecimiento de alguna personalidad de segunda fila” mientras la noticia argentina apenas si tiene cabida.
Otro ejemplo lo constituye una colecta que se realizó en un “transatlántico de lujo que hacía un crucero de placer (…) con pasajeros exclusivamente argentinos” para los huérfanos del Asilo Naval de Buenos Aires y para niños necesitados de Alemania: los primeros ontuvieron poco más de mil pesos, y los extrangeros (sic) catorce mil”
La lectura perniciosa y otros factores poderosos
“el libro se lee poco entre nosotros y las bibliotecas que se organizaron con todo afán, son frecuentadas por escasísimos lectores, valientes, raros, que sacuden el polvo de las obras…”
Mientras tanto, un éxito de librería penetra por todas partes, a veces pornográfico, a veces corrosivo, llegando hasta “muchas niñas, bajo estímulo de curiosidad malsana”
Por su parte “el cinematógrafo ha penetrado de tal modo en la sociedad (…) y ha demostrado poseer un poder de atracción poderoso (…) que ya puede ser una escuela de la más alta moralidad como la de refinados medios y motivos de delincuencia y corrupción”
El desarrollo del juego “que adquiere proporciones alarmantes (…) principalmente en las clases trabajadoras, enervándolas, esquilmándolas y creando un parasitismo que se extiende cada vez más”
Agreguemos a “este cuadro desconsolador la enorme mortalidad infantil derivada principalmente de un desconocimiento grande de puericultura, cuando no del egoísmo o de la miseria”
Y no olvidemos “el aumento de la criminalidad, que es alarmante de tiempo a esta parte, espantando la crónica de crímenes”
Lo que debe hacerse y no puede esperar
“… el Ministerio de Instrucción Pública cuya denominación ha de entenderse como el directa y más inmediatamente encargado del fomento de la cultura nacional, debe ponerse como es lógico a la cabeza (…) ha de encontrar como elemento cooperador la buena voluntad de los bien intencionados”
“Es un deber del gobierno continuar la tradición honrosa de acción cultural iniciada desde el comienzo de los gobiernos regulares del país y que ha sido su característica, desde la creación de las primeras escuelas hasta llevar el beneficio del libro a todos los confines de la República(…) La reunión de estos factores, obrando sistemáticamente y con el concurso de los gobiernos de las provincias y de los ciudadanos bien intencionados permitirá iniciar la obra (…) sobra la base de una ley orgánica que la rija” junto con la creación de una Comisión Nacional de Extensión Cultural, compuesta “por hombres inminentes, personalidades consagradas por al opinión pública, presidida por el Ministro de Instrucción…”
Este libro puede consultarse en la Sala Americana – SA 36 – 07 – 26 (con el título Varios)
Aquí puede encontrar el libro digitalizado en texto completo.
Ana Diamant