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La impronta que Leopoldo Lugones dejó en el fondo antiguo de la BNM se puede sintetizar en dos vertientes: la de los impresos relacionados con los orígenes de la nación y la de los textos humanistas. Ejemplo de este último grupo es el volumen de la tercera edición de la Platonis opera, impreso en París en 1522.


La traducción y comentarios de Marsilio Ficino de la obra completa de Platón representa el punto culminante del redescubrimiento del filósofo griego en Occidente. Ejecutada por encargo de Cosme de Medicis y concluida, tras varios años de trabajo, bajo el mecenazgo de su nieto Lorenzo, constituye la primera traducción directa del griego al latín. La primera impresión se realizó en el Convento de Santiago Ripoli, en Florencia, en 1483. Para esta primera edición, en dos volúmenes y en tamaño en folio, se imprimieron 1025 ejemplares. La edición parisina, ya en un solo volumen, estuvo a cargo del imprentero flamenco Josse Bade, también conocido por su apelativo latino como Iodocus Badius Ascensius.

En la marginalia del ejemplar que forma parte del tesoro de la BNM se aprecian anotaciones manuscritas antiguas en latín y en castellano realizadas por tres estudiosos diferentes. El dibujo de una mano que señala el párrafo destacado evoca la práctica de los escribas medievales recluidos en el scriptorium del monasterio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ingrese por aquí a la digitalización de Platonis opera presente en el Catálogo de la Biblioteca Digital de la Sala del Tesoro de la BNM

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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