Matemáticos
en la Argentina |
 |
|
1.
Las matemáticas: una herramienta útil.
|
2.
Las matemáticas: para enseñar y aprender. |
3.
Las matemáticas: el desarrollo científico.
|
|
|
1.
Las matemáticas: una herramienta útil.
|
 |
|
La
expedición de Magallanes, contaba entre su tripulación
con el primer entendido en ciencias exactas que llegó
a nuestro país. Se llamaba Andrés de San
Martín. En el mes de agosto de 1520 las naves
recalaron en San Julián, en la costa patagónica,
y allí se efectuaron observaciones astronómicas.
En el siglo XVII gran cantidad de españoles se
afincaron en nuestro territorio con el oficio de agrimensores
como Francisco Bernal, Lázaro Quintero, Francisco
Salas y Martín Rodrigo.
Los jesuitas, quienes cumplieron una importante función
en la cultura de nuestro país, se destacaron
también en las matemáticas, entre ellos
se contaron el napolitano Pedro Comental, (quien recibió
el sobrenombre de "el matemático"),
Matías Strobel, Nicolás Mascardi, Mario
Falcón, Juan Montijo, Felipe Lemer y José
Quiroga. Todos ellos cumplieron distintos trabajos de
importancia como por ejemplo, tomar las medidas para
las construcciones públicas y eclesiásticas
o participar en la delimitación de los de los
territorio.
Durante el siglo XVIII, las matemáticas tuvieron
una función práctica y su desarrollo se
limitó a la concreción de simples estudios
informales.
En los últimos años de la dominación
hispánica, llegaron a nuestros país otros
matemáticos, entre quienes se destacaron Carlos
O´Donnell, Pedro
Cerviño y Juan
Alsina, todos ellos vinculados a la
Escuela de Náutica, que nació bajo el
impulso de Manuel Belgrano, desde su cargo en el Consulado.
Todos los esfuerzos realizados por Belgrano para fomentar
dicho estudio a fines del siglo XVIII y principios del
XIX, brindaron a las matemáticas posibilidades
de ser difundidas como estudio sistemático.
Desde el Consulado, él crea una "Escuela
de geometría, arquitectura, perspectiva y toda
especie de dibujo", pero unió su destino
a la "Escuela de náutica", suprimida
en 1806 por no contar con la autorización real
previa. La escuela dictó cursos bastante completos
si consideramos que, dentro de su especialidad, fue
la primera del Río de la Plata. Luego de la Revolución
de Mayo, nuevamente Belgrano – ahora vocal de
la Junta Gubernativa- hizo crear una Escuela Militar
de Matemáticas, que fue puesta bajo la dirección
del coronel de ingenieros, Felipe Sentenach. Este catalán
enseñó durante dos años, hasta
su trágica muerte que también significó
el fin de la institución.
En la provincia de Córdoba, un jesuita, el padre
Suárez, llegó a dictar una cátedra
de matemáticas como estudio libre. La primera
cátedra de la Universidad de Córdoba fue
creada por el rector Gregorio Funes en 1808 y subvencionada
por él mismo. |
|
2.
Las
matemáticas: para enseñar y aprender |
 |
|
En
1816 se fundó en Buenos Aires una escuela oficial
de ciencias exactas, llamada Academia de Matemáticas,
cuya figura más destacada fue el ingeniero español
Felipe
Senillosa, que formó buenos
discípulos, entre ellos Avelino Díaz,
más tarde profesor de matemáticas en la
Universidad. El plan de estudios de la Academia era
muy completo y asignaba importancia al cálculo
gráfico, como también al álgebra
superior y a la geometría analítica que
constituían una sola asignatura denominada "Aplicaciones
del álgebra a la geometría". Senillosa
redactó el texto "Tratado Elemental de Aritmética"
y un estudio metodológico titulado "Programa
de curso de geometría".
En la Universidad de Córdoba, el dean Funes,
redactó un plan de estudios que fue aprobado
en 1815. Dio importancia a la aritmética, geometría
y trigonometría, como también a la física,
no sólo en el aspecto teórico sino también
en el práctico y experimental.
En abril de 1821 se inició en el Departamento
de Estudios Preparatorios un curso de ciencias fisicomatemáticas
que dictó. Avelino Diaz. Al año siguiente
en el departamento de Ciencias Exactas de la Universidad
de Buenos Aires, se estableció la cátedra
de Geometría descriptiva, que fue una transformación
de la Academia de Senillosa y quedó a cargo del
mismo. Le sucedieron los profesores Romano Chauvet,
Avelino
Diaz y Guillermo Lacour, hasta que
fue suprimida en tiempo de Rosas.
En Buenos Aires, Rosas permitió el regreso de
los jesuitas, los cuales se instalaron en el antiguo
edificio que había pertenecido a la Compañía
antes de su expulsión. Allí autorizó
la apertura de una cátedra de matemática
en el año 1836.
En algunos colegios secundarios, entre ellos el de Paraná
fundado por Urquiza en la provincia de Entre Ríos,
se dictaron algunos cursos de aritmética y álgebra
a cargo del profesor Pedro Andreu.
En el año 1865, Juan María Gutiérrez,
rector de la Universidad de Buenos Aires, abre un nuevo
Departamento de Ciencias Exactas. La enseñanza
de la matemática pura y aplicada correspondió
a los profesores Bernardino
Spelluzi y Emilio
Rosetti, respectivamente. Entre los
graduados en la primera promoción – los
"doce apóstoles"- deben recordarse
los nombres de Luis A. Huergo y Valentín
Valbín .
La reforma universitaria de 1874 suprimió el
Departamento de Ciencias Exactas para dar lugar a dos
creaciones: la Facultad de Ciencias Físico Naturales
y la Facultad de Matemáticas. El cuerpo de profesores
quedó integrado por los siguientes catedráticos:
Emilio
Rosetti (geometría descriptiva,
mecánica aplicada, arquitectura), Rodolfo Moreno
(matemática), Bernardino
Spelluzi (mecánica racional)
y otros. La facultad de Matemáticas, al igual
que la de Ciencias Físico-Naturales, no llegaron
a otorgar diplomas, ya que antes de que finalizara la
primera cohorte, ambos organismos fueron reunidos en
uno solo, denominado Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas
(1881).
En 1886 se otorga el primer título de forma regular
de Doctor en Fisicomatemática, que lo recibe
Idelfonso Ramos
Mejía.
De suma importancia en la evolución de la matemática
en nuestro país es la labor cumplida por el ingeniero
francés Jorge Duclout y el matemático
y físico francés, Camilo Meyer .
El progreso científico también alcanzó
a la Universidad de Córdoba por la ley de agosto
de 1869, que dispuso contratar en Europa profesores
especializados. Entre los estudiosos extranjeros, fue
el doctor Augusto Vogler el que ocupó un lugar
destacado en la enseñanza de las matemáticas.
Con respecto a las publicaciones recordemos que el 1
de septiembre de 1889, apareció el primer número
de la "Revista de Matemáticas Elementales",
publicación quincenal fundada por el doctor Valentín
Valbín. El impreso dejó
de aparecer al cabo de tres años y en ese lapso
cumplió con los objetivos propuestos, que eran
difundir los conocimientos matemáticos, estimular
a la juventud para el estudio de las ciencias exactas
e intensificar la enseñanza adquirida en los
colegios nacionales. |
|
3.
Las matemáticas: el desarrollo científico.
|
 |
|
Durante
los primeros años de este siglo comienzan a desarrollarse
publicaciones como la "Revista de Matemáticas",
que dirigió Manuel Guitarte y en la que colaboraron
los ingenieros Duclout y Emilio Rebuelto, como también
los doctores Paul Frank y Camilo Meyer y cuya edición
finalizara en 1918. Al año siguiente comenzó
a circular la "Revista de Matemáticas y
Física Elementales" bajo la dirección
del profesor Bernardo Baidaff.
Con respecto a la formación docente en la ciudad
de Buenos Aires, a partir de 1903 se establecieron los
requisitos que debían cumplirse para obtener
el título de profesor de enseñanza secundaria
en el Instituto Superior del Profesorado Secundario.
Estos requisitos culminaban con un curso en el Seminario
Pedagógico de Enseñanza Media. En junio
de 1904 se fundó el Colegio Nacional que sirvió
de escuela de aplicación para el Seminario Pedagógico.
La llegada del profesor español Julio Rey Pastor
en 1917 fomenta la renovación en los estudios
matemáticos, concretados en su participación
en:
Instituto de Matemática de la Facultad de Ciencias
Exactas de la UBA.
La creación del doctorado de Ciencias Exactas.
La creación de una importante Biblioteca Matemática
en 1928.
El Boletín del Seminario Matemático Argentino
como publicación de la Facultad de Ciencias,
entre 1929 y 1933.
La creación de la Unión Matemática
Argentina en 1936.
En la colaboración, junto a José Babini
de la elaboración de una historia de la ciencia
nacional.
La Universidad de Buenos Aires recibe también
por impulso de su profesor J. Rey Pastor, la visita
de importantes matemáticos como por ejemplo:
Esteban Terradas, Federico Enriques, Emil Borel, Jacques
Hadamart, Tulio Levi Civita, y George Birkhoff a partir
de la década del 20. Entre los que pasaron por
las aulas universitarias nombramos a: Emilio Rebuelto,
Manuel Guitarte, Justo Pascali y Enrique Butty. Entre
los egresados con el título de Doctor en Ciencias
Físico Matemáticas, recordamos a Bernardo
Baidaff, Juan Blaquier, Manuel Sadosky y Celina H. Repetto.
En la Universidad de La Plata, durante 1911, enseñaba
el catedrático de nacionalidad alemán
Paul Frank y poco más tarde, el profesor italiano
Hugo Broggi, quien se encargó del curso de matemática
superior. Entre los docentes argentinos, podemos destacar
las figuras de Alberto Sagastume Berra, (quien comenzó
sus actividades a partir de 1928) y de José A.
Medina, entre otros. Entre sus egresados se encuentra
el profesor Fausto
I. Toranzos (1931)
Con respecto a las agrupaciones científicas,
recordemos que en 1923 abrió sus puertas el Círculo
Matemático, del Instituto Nacional del Profesorado
Secundario de Buenos Aires, cuya finalidad fue intensificar
los estudios de la ciencia.
En 1924 se fundó la Sociedad Matemática
Argentina, la primera agrupación que nucleó
en nuestro medio a científicos argentinos de
esa especialidad. Dio a conocer la "Revista Matemática".
La mencionada sociedad cerró en 1927, año
en que también cesó la publicación.
En 1928 y con el aporte de diversas colecciones de impresos
especializados, se organizó una importante Biblioteca
Matemática, en la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos
Aires.
De gran importancia, es la creación en 1936,
de la Unión Matemática Argentina (U.M.A.),
cuyo primer presidente fue el ingeniero Manuel Guitarte,
quien editó una revista con el nombre de la entidad
y realizó sesiones científicas. Recordemos
también que la Sociedad Científica Argentina
creó el Seminario Matemático Doctor Claro
Cornelio Dassen. Su biblioteca se
conformó en base a la donación de los
numerosos libros que pertenecieron al mencionado estudioso.
A partir de 1940 se produjo un notorio avance en la
matemática argentina que fue visible a través
del nivel científico alcanzado por la vasta producción
académica del momento. Debe destacarse la labor
cumplida en el ámbito de la Universidad de Buenos
Aires por los continuadores de la obra de Rey Pastor,
los profesores Juan Blaquier, Francisco La Menza y Florencio
Jaime, este último propulsor de la matemática
en la enseñanza media.
Además, es de destacar la incorporación
de Manuel
Balanzat en el plantel docente del
Instituto Nacional del Profesorado de la Universidad
Nacional de Cuyo.
Otros científicos de importancia fueron: Mischa
Cotlar que también dictó
cátedra en las Universidades de La Plata y Cuyo;
Roque
Scarfiello especializado en análisis
matemático y Emilio
Roxin, estudioso de las ecuaciones
diferenciales. En la década de 1940 surgieron
dos matemáticos argentinos de relevancia: Alberto
Gonzales Dominguez y Alberto
P. Calderón .
Si nos referimos al interior del país, el año
1940 señala aproximadamente la época en
que empezó a enseñarse la matemática
superior, por obra de Beppo
Levi en la Universidad Nacional del
Litoral y de Alejandro Terracini en Tucumán.
Otro estudioso que debe recordarse es Antonio Monteiro
contratado en 1951 por la Facultad de Ingeniería
de San Juan y luego por la Universidad Nacional del
Sur.
Entre los organismos especializados figuraron en el
Litoral, el Instituto de Matemática que inició
su labor en 1940 y el Instituto de Matemática
Aplicada (1942). También la Universidad de La
Plata, por medio de su departamento de Matemática,
realizó estudios de significación y entre
sus egresados contó con Rodolfo
A. Ricabarra. Recordemos en Mendoza
el Instituto de Matemática de la Universidad
de Cuyo (1954).
En mayo de 1952 y debido al aumento del alumnado, el
gobierno dispuso desdoblar la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de Buenos Aires en Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales y Facultad de Ingeniería.
Entre los estudiosos de este período recordaremos
a José
Babini, Roque Carranza, Enzo
Gentile, Gregorio
Klimovsky, Corina E. Ratto de Sadosky,
Luis
Santaló, Tomás Varsavsky,
Orlando
Villamayor, Pedro Zadunaisky, , entre
otros.
A partir de la Décima Reunión de la Conferencia
General de la UNESCO, celebrada en París se crea
en 1959, el Centro Regional de Matemática para
América Latina, según proyecto presentado
el año anterior por el gobierno argentino. Su
dirección estuvo a cargo del Dr. Alberto
Gonzaléz Domínguez.
También en ese mismo año se crea el Instituto
de Cálculo, cuyo director fue Manuel
Sadosky.
La Universidad sigue generando matemáticos relevantes,
en este año obtiene el título de Doctor
en Ciencias Fisicomatemáticas: Emilio
O. Roxin.
La llamada " Generación de 1961", se
conformó por una serie de matemáticos,
de relevancia, quienes llevaron a las matemáticas
a ocupar un alto lugar en el ámbito académico
internacional. Entre ellos destacamos a: Héctor
O. Fattorini, Miguel E.. Herrera,
Beatriz Margolis, Ricardo Nirenberg, Víctor Pereyra,
Horacio
Porta, Néstor
M. Riviere, Cora S. Sadosky, Carlos
Segovia Fernández, Fausto
Alfredo Toranzos (h) y Norberto Fava.
En 1969 fue creado el Proyecto Multinacional de Matemática
que dependió del Programa Regional de Desarrollo
Científico y Tecnológico de la OEA. Según
lo dispuesto se abrieron tres centros, en Buenos Aires,
Río de Janeiro, y México, respectivamente.
En nuestro país, dicho centro fue el Departamento
de Matemática de la Facultad de Ciencias Exactas
y Naturales de Buenos Aires. Como director del proyecto
fue designado Orlando Villamayor.
Actualmente en la Universidad de Buenos Aires, junto
con otras instituciones universitarias de nuestro país,
como la Universidad Nacional de San Luis, Universidad
Nacional de Río Cuarto, Universidad Nacional
de Misiones, Universidad Nacional del Sur, entre otras,
se sigue trabajando por conservar el espacio y prestigio
académico destacándose profesores como
Gustavo Corach, Liliana Gysin, Patricia Sadosky, Héctor
Cuenya, Eduardo Porcel, Carmen Polacek, entre muchos
otros.
Muchas de las instituciones académicas nombradas,
junto a otras universidades de la esfera pública
y privada, continúan con la formación
de grado y el desarrollo de proyectos de investigación
en relevantes temáticas con alcance nacional
e internacional.
El desarrollo de la ciencias matemáticas siguió
creciendo, con la participación de matemáticos
argentinos en congresos internacionales, trabajando
en universidades extranjeras, otorgándole a la
Argentina un merecido prestigio en esta área.
Muchos nombres quedan fuera de este pequeño recordatorio,
pero iremos incorporando nuevos nombres del pasado y
del presente, que involuntariamente, pueden haber quedado
fuera. Agradecemos toda contribución que permita
enriquecer el contenido de estas páginas. |
|
|
|
|
 |
 |
A
lo largo del texto presentado en esta página
encontrará links para ampliar la información
sobre los matemáticos argentinos al clikear
sobre sus nombres. |
|
|
|
|
|
|
. |