Distante 1110 kms. de la ciudad de Buenos Aires,
San Juan es una ciudad joven enmarcada por la cordillera de los
Andes. Debido al terremoto de 1944 que la asoló, la ciudad
se reconstruyó íntegramente con modernos edificios
antisísmicos de no más de 7 pisos y amplias calles
arboladas.
En ambas capacitaciones, nos dimos cita en el
EPET Nro. 1 Rogelio Boero. Allí, la referente bibliotecológica
del Programa BERA, Bibl. Elba Kirby, su hermana Alicia –directora
de la Biblioteca del Magisterio-, y las bibliotecarias del Centro
de Documentación –entre otras María Elena
Corrales- me dieron la bienvenida junto a los bibliotecarios de
distintas zonas que asumieron el compromiso de capacitar en el
software Aguapey a la Provincia de San Juan.
Las jornadas se desarrollaron en un clima de cordialidad
y profesionalismo. No faltaron el mate y los almuerzos compartidos,
como así tampoco faltó la práctica y evaluación
–los resultados del esfuerzo se vieron reflejados en la
positiva práctica de evaluación-.
En la madrugada de la segunda instancia un temblor
me despertó en el hotel. Los sanjuaninos están más
que acostumbrados a estos caprichos terrestres. Tanto que yo era
la única preocupada por el tema.
Para mí fue una revelación conocer
San Juan: como provincia, un ejemplo de voluntad que nos demuestra
que aún sufriendo la peor de las circunstancias se puede
construir, reconstruir, y continuar. A nivel profesional, un placer
conocer a las hermanas Kirby que, junto con el grupo de bibliotecarios
(ahora ya capacitadores) reunidos en ambos encuentros me contagiaron
la dedicación y el entusiasmo con que impulsan los nuevos
desafíos.
Agradezco haber compartido con ellos esas dos
instancias (cuatro jornadas en total) en las que pudimos no solo
desandar los módulos del software Aguapey, sino también
ponernos al día con respecto a las novedades profesionales,
las historias de vida y las ideas innovadoras que cada uno va
proyectando para sus bibliotecas y sus usuarios.
En cuanto a recorrer San Juan, pude visitar la
Catedral en horario nocturno y subir a su torre, llevándome
ese recuerdo panorámico del anochecer sanjuanino. También
visité, con Alicia y Elba Kirby, la Biblioteca del Magisterio
“Monseñor Pablo Cabrera”, que este año
cumple su 70 Aniversario al servicio de las necesidades de sus
usuarios: una cálida y funcional biblioteca emplazada en
pleno centro de la ciudad.
Mi lista de lugares a conocer en futuras vacaciones
sigue incrementándose: el Auditorio, la casa natal de Sarmiento,
el Parque Mayo, el Museo Arqueológico, la Biblioteca Franklin,
la celda de San Martín, más toda la oferta de ríos,
diques y montañas de tan bonita provincia, quedan como
pendientes.
Con respecto a lo más valioso de un lugar: su gente, concluimos
el período de capacitación, pero continuamos en
contacto a través de los canales de consulta de Aguapey.
Confío en que nos veremos en distintas
jornadas, talleres y encuentros a lo largo de esta profesión
que elegimos por pura vocación, y este compromiso de capacitación
que asumimos juntos, enmarcado en el Programa BERA.
Les agradezco el cariño y el profesionalismo
que dedicaron en las capacitaciones. ¡Hasta pronto y bienvenidas
a la Comunidad Aguapey!