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                |  |   
                | Boletín 
                    electrónico Año 3 No 24 |   
                | Diciembre 
                    2005 |   
                | ISSN 
                    1667-8370  |   
                | Pizzurno 
                    953 (C1020ACA) 4129-1272 |   
                | Línea 
                    gratuita: 0800-666 6293 |   
                | Biblioteca 
                    Nacional de Maestros |   
                | Ministerio 
                    de Educación, Ciencia y Tecnología |  | 
         
          |  | 
         
          | http://www.bnm.me.gov.ar | 
         
          |  | 
         
          |  | 
         
          | HALLAZGOS 
            EN LA BNM | 
         
          |  | 
         
          |  ¿Será posible? | 
         
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          |  | “... 
              no es mi intención hacer una promesa que no sabría 
              cumplir. Yo no afirmo que esta educación exista; trato de 
              indagar si existe y lo que puede ser. No la considero como un hecho 
              que sólo hubiera que analizar o describir, sino como un problema 
              que se trata de plantear y de precisar sus términos...” | 
         
          |   | 
         
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              Hoy presentamos 
                “La educación del carácter” escrito 
                por L. Douglas y publicado por Daniel Jorro Editor en Madrid, 
                en 1921. | 
         
          |  
              Eso 
                llamado carácter | 
         
          |  | “... 
              o consideramos el carácter como un ideal moral tan elevado 
              que se hace inaccesible y se aleja y desinteresa tanto más 
              cuanto es reconocido y juzgado como tal, o lo ponemos al alcance 
              de todos (...) buscando su imagen en los más pequeños 
              ejemplos...” | 
         
          |  | 
         
          |  
              Ni puro ideal 
                ni simple característica individual, el carácter 
                es como la salud, un estado normal que se desarrolla en condiciones 
                de manera diferente en condiciones diferentes, pero que tiene 
                “leyes” fundamentales. Educar el 
                carácter entonces es posible si se piensa que no es una 
                disposición dada sino una construcción, “cambios 
                metódicamente perseguidos e inteligentemente logrados” 
                cuando el individuo se juzga y se critica a sí mismo pudiéndose 
                imaginar y concebir otro. | 
         
          |  
              La 
                cuestión de la educación | 
         
          |  | “¿Hay 
              y puede haber una educación del carácter? Esto es 
              lo que conviene discutir primero, pero en vano se hará si 
              no se pone cuidado en definir educación y carácter 
              y en averiguar en qué sentido se aplica una a la otra” | 
         
          |  | 
         
          |  
              Los avances 
                de la psicología sólo han alcanzado a plantear el 
                problema, de ninguna manera a resolverlo. Tampoco ayuda 
                a abordarlo una definición genérica de educación, 
                aquella que sólo considera la suma de influencias, cualesquiera 
                sea el sentido en que se ejerzan, sino una serie convergente de 
                estímulos, felices, reputados, voluntariamente ejercidos 
                y aceptados, una dirección éticamente valiosa. | 
         
          |  
              La 
                hipótesis de la modificabilidad | 
         
          |  | “Cuando 
              se pone en duda la educabilidad del hombre, se acostumbra a invocar 
              la fatalidad de su naturaleza física, que domina a su naturaleza 
              moral” | 
         
          |  
              Es cierto 
                que el hombre – y por qué no la mujer – tienen 
                una “naturaleza”, pero que puede se sorprendentemente 
                transformada, contrariada por causas exteriores, mutando de natural 
                a adquirido, descartando su condición orgánica y 
                destacando el impacto de las impresiones, sobre todo que aquellas 
                que actúan conjuntamente y hacia un fin. | 
         
          |  
              La 
                intervención de la educación formal | 
         
          |  | “La 
              educación del carácter es esencialmente la obra de 
              la voluntad personal y tiene por objeto la formación de esta 
              misma voluntad” | 
         
          |  
              La educación 
                privada o pública, la familia o la escuela interviene en 
                los caminos hacia la emancipación y hacia el desenvolvimiento 
                de una vida interior y personal, considerando que el carácter 
                no es un “estado” sino un “progreso”, 
                un ideal que se agranda a medida que se realiza, el individuo 
                con sus pasiones, sus opiniones, sus ideales, sus flaquezas. | 
         
          |  
              Este libro 
                puede consultarse en la Sala Americana SA 40 2 12. | 
         
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          | Por 
              Ana Diamant | 
         
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