Boletín electrónico Año 3 No 20
Agosto 2005
ISSN 1667-8370
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Biblioteca Nacional de Maestros
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
 
http://www.bnm.me.gov.ar
 
RECORRIENDO CAMINOS Y CONSTRUYENDO REDES DE CONOCIMIENTO
 
San Luis

Como parte del proceso de implementación del proyecto BERA (Bibliotecas escolares y especializadas de la República Argentina) en cada jurisdicción, una vez que su Ministro de Educación o autoridad máxima equivalente firma el Convenio Marco con el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, viajamos a la ciudad capital para dar comienzo a su primera fase, que consiste en una reunión de sensibilización con las autoridades provinciales y la presentación del proyecto y del software Aguapey a la comunidad educativa respectiva.

Para este propósito es que viajamos quienes escriben –Graciela Perrone y Adriana Redondo- como avanzada de nuestra institución para entablar las relaciones interinstitucionales entre los niveles político- técnico entre ambas partes, y así, sensibilizar a este grupo de liderazgo jurisdiccional sobre los alcances de elaborar políticas públicas sostenidas y de calidad para el desarrollo de sistemas locales de bibliotecas escolares y especializadas Habiendo ya recorrido casi todo el país para tal propósito, nos faltaban visitar algunas provincias en el noroeste y noreste, así como también San Luis en la región cuyana.

Es allí donde nos dirigimos a comienzos de este mes de agosto. La decisión de comenzar a implementar el proyecto BERA surge generalmente del compromiso asumido por la provincia, y de la demanda que presentan las escuelas-desde sus direcciones o bibliotecarios escolares, que acelera o favorece la puesta en marcha del Convenio. En este caso un grupo muy activo de esta jurisdicción perteneciente a los dos Institutos de Formación Docente provincial en las ciudades de San Luis y Villa Mercedes, fueron quienes dieron el puntapié inicial.

Esta reunión había sido planeada para julio, pero por motivos de agenda tuvimos que posponerla para agosto. Las líderes de esta movida ya habían enviado un ambicioso diseño de implementación de su red de bibliotecas escolares y especializadas, que incluía también la interconexión con otras redes de información jurisdiccionales apuntando a la construcción de un sistema integrado en dicha provincia.

Con todo listo para partir, se produce un inconveniente con las reservas a San Luis, ya que debíamos ir y venir ese mismo viernes. La falta de frecuencias y nuestras abultadas agendas no permitían otra posibilidad. No podíamos interrumpir nuevamente nuestro viaje. Y nuestro compromiso ya estaba forjado en los preparativos que se habían planificado para ese día, con directores y supervisores que habían viajado desde toda la provincia para asistir a la presentación del Proyecto. La única salida era viajar a Mendoza y tomar un auto hacia la ciudad de San Luis. Por suerte pudimos encontrar lugar en el vuelo más temprano ese viernes invernal y llegamos a Mendoza a las 8 de la mañana.

Allí nos estaba esperando Don Leiva, el dueño de un remise que nos había recomendado una colega de la BNM mendocina. Allí comenzamos nuestra travesía de 300 kms. hacia el Este en un cuidado rodado que parecía volar suavemente sobre las carreteras modernas que unen ambas capitales. Don Leiva -acostumbrado a llevar clientes y turistas a las más renombradas bodegas- estaba preparado para acompañar los paisajes que veríamos en el trayecto con música que parecía estar elegida especialmente para nosotras: temas nostálgicos de los setenta.

Como es lo acostumbrado en nuestras diarias vidas de hacer varias cosas a la vez, nuestra emoción estaba en los recuerdos de adolescentes que emanaban de la música, nuestra mirada se escapaba de vez en cuando para mirar los cultivos de ajo y los tradicionales viñedos que se extendían hacia el este de Mendoza y nuestra atención estaba acaparada por los materiales de lectura que habíamos traído para aprovechar las 6 horas de viaje que tendríamos en coche de ida y vuelta.

El río Desaguadero -famoso en nuestras lecciones de geografía y muchas veces dibujado en “hojas de calcar” con plumín y tinta china en mapas hidrográficos-, marcó el límite de las provincias y de sus diferentes culturas. Con un café y tortitas chatas de por medio en un moderno parador, llamamos desde el celular a las organizadoras del evento anunciándoles que ya habíamos comenzado a rodar por las modernas autopistas puntanas y que estaríamos llegando en media hora.

El salón preparado para tal en el Instituto de Formación Docente de San Luis, ya estaba repleto y ansioso por nuestra llegada. El cañón y la pantalla también listos para la presentación. Sin más formalidad que nuestro saludo y unas palabras de bienvenida, el micrófono fue testigo de nuestra tradicional charla sobre la BNM, sus actividades y especialmente los avances de BERA y los escenarios que planteamos para su desarrollo. Con esmerada atención, funcionarios provinciales, directores de escuelas de toda la provincia (ciudad e interior), supervisores y algunos bibliotecarios de las escuelas y los dos Institutos de Formación Docente de San Luis y Villa Mercedes, siguieron la explicación del funcionamiento de Aguapey, de sus especificaciones técnicas y de los estándares usados para la carga catalográfica de los materiales de una biblioteca. Entre ellas podemos nombrar a la Jefa del Subprograma de Educación Lic. Alicia Fratín de Samper, el Jefe de Educación Superior Luis Marrero, la Lic. Sara Amaya (Educación Superior, referente política del Proyecto BERA), las supervisoras de la región I y II. Carolina Pinela y Sofía Denicolai, bibliotecarias de los dos IFD, habían realizado previamente a nuestra llegada una presentación del soft, de la red de bibliotecas en la provincia, el trabajo desarrollado hasta la fecha y lo que planificado a partir de septiembre.

Una reunión en ese mismo lugar con las autoridades provinciales, un cálido lunch y una visita al moderno IFD cerró el evento. El proyecto BERA ya estaba lanzado y una jurisdicción más se agregaba al proceso siguiente de capacitación de un equipo de capacitadores que multiplicaría saberes y competencias en los bibliotecarios de cada escuela. Un encuentro más íntimo con los responsables de la implementación del diseño provincial dio lugar a interesantes debates sobre distintos temas ligados a la construcción de una escuela dinámica que generara espacios de aprendizaje de calidad para todos los chicos, a la formación de docentes lectores y a la gestión de la información en la escuela.

Don Leiva nos dejó en el aeropuerto Internacional de Mendoza después de un viaje tan placentero como el de ida. El sol terminó de ocultarse tras de las montañas a la par de nuestra llegada. Los mismos olores de los cultivos a la vera del camino se filtraron en el suave rodar del auto, los mismos acordes de añoranzas y quizás no tanta lectura, ya que debemos confesar algún momento de ensueño en el trayecto.

El avión de las nueve estaba demorado!!!! Nuestro esfuerzo se vio compensado con los dos últimos lugares del avión que estaba por salir cuando nos registramos en el mostrador. Por supuesto, no dormimos en el viaje. Conversamos sobre el fin de semana que iba a comenzar en unas horas—clases en la facultad, actividades deportivas, familia, quizás cine, y por supuesto charlamos sobre la magnífica acogida que nos había dado la gente de San Luis y el entusiasmo demostrado por abrir espacios de lectura y conocimiento en las escuelas, ventanas al resto del país y el mundo.

 
Equipo de referentes y del coordinador del IDF de Villa Mercedes.
Rio desaguadero entre San Luis y Mendoza
Asistentes a la Reunión de Sensibilización del Proyecto BERA
 
Por Graciela Perrone y Adriana Redondo