Boletín electrónico Año 2 No 12
Noviembre 2004
ISSN 1667-8370
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Biblioteca Nacional de Maestros
Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología
 
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HALLAZGOS EN LA BNM
 
Se acercan las vacaciones ¿Qué harían los niños débiles?

 

Hoy presentamos el Informe de la Colonia de Vacaciones para niños débiles del Parque Avellaneda; temporada 1920 – 1921 elaborado por Juan C. Vignatti.

“El año pasado, el peluquero señor Isidro Soler, tenía una hija desahuciada. Se presentó al Parque el día en que se inauguró la primera Colonia y la pequeñuela deseó ingresar entre los alegres grupos infantiles.
Un mes y medio después la colonia se clausuraba y la niña regresó a su hogar en condiciones tan favorables que el padre la llevó a un facultativo para examinarla nuevamente.
El médico después de examinarla manifestó su asombro. La niña estaba salvada.
El padre agradecido, se presentó este año a la colonia a ofrecer a los niños su labor profesional gratuitamente, de 2 a 4 de la tarde.
Todos los días, en medio del bosque improvisaba una peluquería donde diariamente se cortaba el cabello a 40 o 45 niños. Hechos como este aquilatan todo el valor social de una institución.
La hija del señor Soler no faltó este año un solo día a la Colonia y el buen peluquero de los niños es un apologista apasionado de la vida colonial” Pág. 24.
 

Un marco de contexto

Las colonias de vacaciones para niños débiles se realizaron entre 1920 y 1921 y fueron organizadas por el Consejo Nacional de educación.

En ese entonces fueron incorporadas al presupuesto municipal como organismos permanentes.

Al términos de estos períodos fueron evaluadas tan exitosamente “que su programa de trabajo y orientación puédesele considerar definitivo para todas las que en adelante se crearen”, teniendo en cuenta lo que los niños disfrutaron del aire puro, los alimentos nutritivos, la vida sana y la recreación variada cada día.

 

Por la calle Lacarra

“Desde las primeras horas de la mañana convergían hacia el Parque Avellaneda más de un millar de niños salidos de todos los barrios de la ciudad.
Los tranvías de la Compañía Anglo Argentina rebosaban de criaturas que, alegres, se disponían a pasar su día colonial (...) La bulliciosa caravana llenaba de gracia y de vida las solitarias avenidas que conducen al apartado paseo”

 

“La campana de la Colonia hace oir su sonora voz...”

Y comienza la actividad.

Así es un día de tarea.
Las maestras pasan revista de aseo con especial atención a la cabeza “que tantos dolores de cabeza dio a maestras y padres”
Algunos niños luego pasan a los lavatorios y otros a los baños tibios o fríos “que por falta de facultativo hubo de prescribirse a gusto del consumidor”
Para el desayuno, los colonos pasan a los comedores, tendidos bajo enramadas y a la sombra de paraísos. Mientras son atendidos por celadoras, las maestras, en la Dirección dan la asistencia diaria, informan de las novedades y reciben los materiales “para desarrollar el programa de recreaciones matutinas de acuerdo con su cuaderno de tópicos”
 
Son las 9 y 15
“Hermoso es el espectáculo (...): por aquí una clase que lleva del bozal a cinco borricos, otra sale con petizos, más allá un grado conduce cabras y ovejas, éste se apodera de conejos para alimentarlos y jugar a su alrededor” y siguen las descripciones de múltiples actividades de granja y huerta, esas que ayer y hoy conforman el contenido contacto con la naturaleza
Otro rubro lo constituye la práctica deportiva “con arcos, quillas, juegos de sapo, raquetas de tennis y de sare, arcos volantes, cuerdas para saltar...” que fortifica el cuerpo y airea bien los pulmones, como explica el inspector en su informa.
 
Comer y descansar
Lavarse las manos y todos los “coloniales” se sientan a la mesa.
El almuerzo es suculento: tres platos y un postre.
Terminada la ingesta, los niños pasean durante media hora a la sombra de los árboles y luego recogen sus sillas de playa para dormir la siesta.
 
Son las 2 de la tarde
Otra vez la campana, devolver las sillas y volver con las maestras para las “recreaciones vespertinas”.
Rotación por nuevos sectores de juegos.
Cantos y rondas.
Clases sobre naturaleza.
“Corresponde a la habilidad de cada maestra saber aprovechar las circunstancias que la vida plena brinda a cada instante”
 
A las 4 y 15
Vuelven los niños a los comedores, previo aseo.
A las 5 las maestras ya han distribuido “las boletas de tranvía y las combinaciones necesarias para el regreso y el retorno al día siguiente.
Con la última campana vuelve el bullicio a la calle Lacarra y es el bosque el que queda en silencio.
El día “colonial” terminó.
Reponer energías y pensar en mañana.
 
Aprender al aire libre, aprender en vacaciones
 

“Una clase hace ejercicios metodizados (...). La maestra tiene presentes las instrucciones que recibiera para dictar eficazmente su lección”.

 

“Unos niños miden con metro y decámetro la distancia de cien metros que deberán recorrer con arcos de acero de un metro de diámetro”.
“Por aquí anda un grupo de coloniales trabajando la huerta. La tierra abre su seno fecundo a las caricias del arado (...). Todas las niñas se disputan el turno para dirigir la marcha de tan nobles y pacíficas bestias”.

 

“Un grado, sentado en la verde hierba, provisto de carpetas y lápices, dibuja asuntos tomados de la naturaleza que los rodea”.
“Las más hábiles ordeñan a la burrita gris. Su leche es entregada a una pobre madre que tiene su hijo desahuciado. Los que no tengan corazón no se acerquen a este lugar donde los niños sienten junto a su actual alegría agitarse la sombra de la muerte”.
“¡Mire señor qué bien hacemos las escobas! (...) hechas con retoños de olmos, unidos con alambre a un vástago que hace de mango. Son las que usan los pequeños para la limpieza del parque”.

 

Otros beneficios
El aumento de peso fue general en todos los niños. “L. C. aumentó nueve kilos en tres meses (...) el aumento de peso es más sensible en las mujeres que en los varones (...) en cambio el aumento de talla ha sido más sensible entre los varones, lo que coincide con las observaciones realizadas en las colonias europeas. El mayor aumento de talla fue de seis centímetros en un niño de doce años.
Estos beneficios de la colonia se extendieron al personal docente. Todas las maestras aumentaron de peso (...) En el cuerpo de las celadoras el aumento fue mayor”.
 
Algunas conclusiones
Que se ha dado respuesta a una necesidad impostergable de la parte más necesitada de Buenos Aires.
Que son palpables los beneficios morales, intelectuales y físicos para el futuro vigoroso del pueblo argentino.
Que se hace necesario iniciar una campaña ante los poderes nacionales para crear colonias de vacaciones de montaña y de mar.
Que indispensable atender a los niños atacados de anemia intensa, a los escrofulosos y a los pretuberculosos salvándolos de las garras de la muerte prematura.
Que el personal docente por su labor con un horario de nueve horas y media merece una especial consideración
Que el transporte de los niños hecho por los tranvías, desde los barrios más alejados de la ciudad no debe ser causa de inquietud para los padres.
Que “es necesario haber vivido los días de la Colonia para percibir en toda su importancia el fenómeno de su vitalidad...”
 
 
Este texto puede consultarse en la Sala Americana (39 – 9 – 9)
 

Por Ana Diamant