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Fiestas y celebraciones patrias: Las fiestas mayas

Una secuencia didáctica para Nivel Primario (5º a 7º grado) que se propone abordar la vida cotidiana en los años cercanos a la Revolución de Mayo de 1810, focalizándonos en algunos aspectos: espacios de sociabilidad y reunión, entretenimientos, juegos y bailes que, tanto en el campo como la ciudad, eran frecuentes.


Para trabajar con imágenes

«Fiestas Mayas» de Carlos Pellegrini

  • Una de las pinturas de Carlos Pellegrini ilustra las “Fiestas Mayas”. ¿De qué se tratarían estas fiestas y qué se celebraría?


Para trabajar con textos

  • La relación de Bartolomé Hidalgo que presentamos a continuación se da entre dos gauchos y versa sobre las vivencias de uno de ellos en las “Fiestas Mayas”. ¿Qué coincidencias encuentran entre la imagen y lo que relata Contreras? 
  • Hagan una lista con los juegos y actividades que se hacían en las Fiestas Mayas.
  • ¿Continuamos festejando las “Fiestas Mayas”? ¿Cómo lo hacemos?
  • Se considera a Bartolomé Hidalgo como el fundador de la poesía gauchesca. Averigüen de qué se trata este género de la literatura. Busquen información sobre este autor.


Relación

Que hace el gaucho Ramón Contrera a Jacinto Chano de todo lo que vio en las fiestas mayas de Buenos Aires en 1822
Bartolomé Hidalgo

CHANO
¡Conque mi amigo Contreras,
qué hace en el ruano gordazo!
Pues desde antes de marcar
no lo veo por el Pago.

CONTRERAS
Tiempo hace que le ofrecí
El venir a visitarlo,
Y lo que se ofrece es deuda:
¡pucha! Pero está lejazos.
Mire que ya el mancarrón
Se me venía aplastando.
¿Y usté no jue a la ciudá
a ver las fiestas este año?

(...)

¡Ah fiestas lindas, amigo!
No he visto en los otros años
Junciones más mandadoras,
Y mire que no lo engaño.
El veinticuatro a la noche
Como es costumbre empezaron.
Yo vi unas grandes colunas
En coronas rematando
Y ramos llenos de flores
Puesto a modo de lazos.
Las luces como aguacero
Colgadas entre los arcos,
El Cabildo, la pirame,
la recova y otros laos,
y luego la versería.
¡Ah cosa linda! Un paisano
me los estuvo leyendo,
pero ¡ah pueta cristiano,
qué décimas y qué trobos!
Y todo siempre tirando
a favor de nuestro Aquél;
Luego había en un tablao
musiquería con juerza
y bailando unos muchachos
con arcos y muy compuestos,
vestíos de azul y blanco,
y al acabar, el más chico
una relación echando,
me dejó medio... quién sabe,
¡ah muchachito liviano,
por Cristo que le habló lindo
al Veinticinco de Mayo!
Después siguieron los juegos
y cierto que me quemaron
porque me puse cerquita
y de golpe me largaron
unas cuantas escupidas
que el poncho me lo cribaron.
A las ochos     de tropel
para la Mercé tiraron
las gentes a las comedias:
yo estaba medio cansao
y enderecé a lo de Roque:
dormí, y al cantar los gallos
ya me vestí: calenté agua,
estuve cimarroneando:
y luego para la plaza
agarré y vine despacio:
llegué ¡bien haiga el humor!
Llenitos todos los bancos
de pura mujerería,
y no amigo cualquier trapo
sino mozas como azúcar.
Hombres, eso era un milagro;
y al punto en varias tropillas
se vinieron acercando
los escueleros mayores
cada uno con sus muchachos,
con banderas de la Patria
Ocupando un trecho largo;
llegaron a la pirame
y al dir el sol coloriado
y asomando una puntita...
bracatán, los cañonazos,
la gritería, el tropel,
música para todos laos,
banderas, danzas, junciones,
los escuelitas cantando,
y después salió uno solo
que tendría doce años,
nos echó una relación...
¡Cosa linda, amigo Chano!
Mire que a muchos patriotas
las lágrimas les saltaron.
Más tarde la soldadesca
a la plaza jue dentrando,
y desde el Juerte de la iglesia
todo ese tiro ocupando.
Salió el gobierno a las once
con escolta de a caballo,
con jefes y comendantes
Yyotros muchos convidaos,
dotores, escribanistas,
las justicias a otro lao,
detrás la oficialería
los latones culebriando.
la soldadesca hizo cancha
y todos jueron pasando
hasta llegar a la iglesia.
Yo estaba medio delgao
y enderecé a un bodegón,
comí con Antonio el manco
y a la tarde me dijeron
que había sortija en el Bajo;
me jui de un hilo al paraje,
y cierto, no me engañaron.
En medio de la Alamera
había un arco pintao
con colores de la Patria;
gente, amigo, como pasto,
y una mozada lucida
en caballos aperados
con pretales y coscojas,
pero pingos tan livianos
que a la más chica pregunta
no los sujetaba el diablo.
Uno por uno rompía
Tendido como lagarto,
y... zas... ya ensertó... ya no...
¡Óigale que pegó en falso!
¡Qué risa, y qué boraciar!
Hasta que un mocito amargo
le aflojó todo al rocín,
y ¡bien haiga el ojo claro!
se vino al humo, llegó
y la sortija ensartando
le dio una sentada al pingo
y todos viva gritaron.

Vine a la plaza: las danzas
seguían en el tablao;
y vi subir a un inglés
en un palo jabonao
y allá en la punta colgando
una chuspa con pesetas,
una muestra y otros varios
premios para el que llegase.
El inglés era baquiano:
se le prendió al palo viejo
y moviendo pies y manos
al galope llegó arriba,
y al grito, ya le echó mano
a la chuspa y se largó
de un pataplús hasta abajo.
De allí a otro rato volvió
y se tepó en otro palo
y también sacó una muestra
¡Bien haiga el bisquete diablo!
Después se treparon otros
Y algunos también llegaron.
Pero lo que me dio risa
jueron, amigo, otros palos
que había con unas guscas
para montar los muchachos,
por nombre rompe-cabezas;
y en frente, en otro lao,
un premio para el que juese
hecho rana hasta toparlo;
pero era tan belicoso
aquel potro, amigo Chano,
que muchacho que montaba,
contra el suelo, y ya trepando
estaba otro, y zas al suelo;
hasta que vino un muchacho
y sin respirar siquiera,
se fue el pobre refalando
por la gusca, llegó al fin
s sacó el premio acordao.
Pusieron luego un pañuelo
y me tenté ¡mire el diablo!
Con poncho y todo monté
y en cuanto me lo largaron
al infierno me tiró,
y sin poder remediarlo
(perdonando el mal estilo)
me pequé un culazo,
que si allí tengo narices
quedo para siempre ñato...
Luego escendieron las velas
y los bailes continuaron,
la cuetería y los juegos.
Después todos se marcharon
otra vez a las comedias.
Yo quise verlas un rato
y me metí en el montón.
Y tanto me rempujaron
que me encontré en un galpón
todo muy iluminao
con casitas de madera
y en el medio muchos bancos.
No salían las comedias
y yo ya estaba sudando,
cuando, amigo, redepente
árdese un maldito vaso
que tenía luces adentro
y la llama subió tanto
que pegó juego en el techo;
alborotóse el cotarro,
y yo que estaba cerquita
de la puerta, pegué un salto
y ya no quise volver.
Después me anduve pasiando
por los cuarteles, que había
también muy bonitos arcos
y versos que daba miedo.

Llegó e veintiséis de Mayo
y siguieron las junciones
como habían empezao.
el veintisiete lo mesmo:
un gentío temerario
vina a la plaza: las danzas,
los hombres subiendo al palo,
y allá  en el rompe-cabezas
a porfía los muchachos.
Luego con muchas banderas
otros niños se acercaron
con una imagen muy linda
u un tamborcito tocando.
Pregunté qué virgen era,
la Fama me contestaron:
al tablao la subieron
y allí estuvieron un rato,
donde uno de los niños
los estuvo proclamando
a todos sus compañeros.
¡Ah, pico de oror! Era un pasmo
ver al muchacho caliente,
y más patriota que el diablo.
Después hubo volantines.
Y un inglés todo pintao
En un caballo al galope
iba dando muchos saltos.
Entre tanto la sortija
la jugaban en el Bajo,
por la plaza de Lorea
otros también me contaron
que había habido toros lindos;
yo estaba ya tan cansao
que así que dieron las ocho
corté para lo de Alfaro,
aonde estaban los amigos
en berberaje y fandango:
eché un cielito en batalla,
y me resfalé hasta un cuarto
aonde encontré a unas calandrias
calientes jugando al paro.
Yo llevaba unos rialitos,
y así que echaron el cuatro
se los planté, perdí en boca,
y sin medio me dejaron.
En esto un catre viché
y me fui acomodando,
me tapé con este poncho
y allí me quedé roncando.
Esto es, amigo del alma,
lo que he visto y ha pasao.
No oírlo quiera, amigo,

CHANO

Como ha de ser, padezcamos
a bien que el año que viene,
si vivo, iré a acompañarlo,
y la correremos juntos.

Contreras lió su recao
Y estuvo allí todo un día;
y al otro, ensilló su ruano,
y se volvió a su querencia
despidiéndose de Chano

Extraído de: Hidalgo, Bartolomé (1967) Cielitos y diálogos patrióticos. Buenos Aires, Centro Editor de América Latin



Algunas páginas con información

Las Fiestas Mayas en Buenos Aires
La poesía gauchesca en la Biblioteca Digital Cervantes Virtual
Cielitos de Bartolomé Hidalgo