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NOVEDADES

19 mayo 2016

El Programa BERA celebra los 10 años

2 mayo 2016

bera

Un 2 de mayo de hace diez años atrás, nacía formalmente el Programa Bibliotecas Escolares y Especializadas de la República Argentina (BERA), en el marco de las acciones impulsadas por las Redes Federales de Información de la Biblioteca Nacional de Maestros (BNM). Este histórico proyecto hoy forma parte, también, del Sistema Nacional de Bibliotecas Escolares y Unidades de Información Educativas creado a partir de la sanción de la Ley N° 26.917.

El largo recorrido hacia el Programa BERA

El origen del Programa BERA, sin embargo, tiene mucho más que diez años. En efecto, se remonta al año 1998, cuando la BNM comenzó un sistemático trabajo para promover el desarrollo integral de las bibliotecas escolares dentro del sistema educativo, como reconocimiento de la demanda de los bibliotecarios que exigían que estas unidades de información recuperasen el rol crucial que alguna vez habían desempeñado.

Desde el inicio del sistema educativo argentino, las bibliotecas escolares fueron esenciales en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Tal es así que la Ley de Educación Común N° 1420 las destacaba como actores fundamentales en la formación de alumnos y docentes y como espacios privilegiados de valoración del libro y la lectura. Ya desde entonces se sabía que para garantizar la inclusión de los niños y las niñas a una nación moderna los aprendizajes escolarizados debían ser acompañados por espacios de lectura con identidad propia dentro de la escuela, dotados de libros y recursos didácticos actualizados e interdisciplinarios.

Sin embargo, y a pesar de esta fuerte impronta, debieron pasar muchos años para que las bibliotecas escolares volvieran a ser contempladas en la legislación educativa. Las sucesivas políticas implementadas en el país ni siquiera las consideraron. Esta situación postergó su tratamiento y las invisibilizó durante décadas dentro de las prioridades educativas.

La formación de los responsables a cargo de estas unidades de información, así como la imperiosa urgencia de unificar los procesos bibliotecológicos más frecuentes -como catalogación, préstamo y consulta- según estándares internacionales, fueron las dos necesidades fundamentales en las que la BNM inspiró sus acciones iniciales. Así nacieron las primeras capacitaciones que hacían énfasis, sobre todo, en los  aspectos técnico-bibliotecológicos, aunque luego fueron ampliando sus propuestas temáticas, modalidades y formatos a las exigencias de los escenarios contemporáneos. Hoy las instancias de capacitación, formación y/o actualización no son sólo presenciales sino también virtuales y a través del sistema de videoconferencia, lo que ha permitido extender las ofertas a lo largo y ancho del territorio argentino y así ampliar y diversificar el horizonte de destinatarios, adaptando las propuestas a sus necesidades.

Otro pilar que estructuró las acciones desde sus comienzos fue el diseño y desarrollo del software Aguapey de gestión integral de bibliotecas, lo cual permitió organizar y compartir sus fondos de acuerdo a parámetros bibliotecológicos internacionales. Esta política fue acompañada por la distribución gratuita del software a todas las instituciones educativas del país que así lo requiriesen; la producción de materiales de apoyo (manuales, cuadernillos y tutoriales); la asistencia técnica (personal y telefónicamente y a través del correo electrónico y/o de los foros de consultas creados para tal fin); y la sensilibización y capacitación a autoridades educativas, supervisores, directivos, bibliotecarios y docentes. Actualmente, el software también se puede descargar gratuitamente.

Aguapey

Estas primeras acciones, que tuvieron gran impacto dentro de la comunidad de bibliotecarios del país, se fueron fortaleciendo con el transcurrir de los años y la temática de las bibliotecas escolares fue ganando terreno dentro de las agendas educativas jurisdiccionales.

La consolidación de BERA como política pública nacional

La labor que empezó como un anhelo de mejoramiento desde la demanda genuina de las instituciones, se consolidó en política pública en 2002 cuando la BNM creó el Proyecto “Bibliotecas Escolares y Especializadas de la República Argentina (BERA)” que en 2006 se transformó en Programa Nacional, mediante la Resolución Ministerial N° 432.

Desde entonces, su propósito fundamental ha sido construir una red nacional y federal de manera de jerarquizar las bibliotecas escolares y el rol de sus responsables dentro de las instituciones educativas, a partir de mejorar y democratizar las oportunidades de acceso a la información y el conocimiento y de promover la valoración del libro y la lectura autónoma y reflexiva.

Es por esto que con más de 15 años de desarrollo y trabajo federal en todo el país, este Programa ha orientado siempre sus acciones en pos de la creación, el fortalecimiento y la visibilización de las bibliotecas escolares en el sistema educativo, destacando su rol pedagógico en los procesos de enseñanza y aprendizaje y en la mediación de la lectura a través de la gestión de la información y el conocimiento.

Hoy las bibliotecas escolares vuelven a cumplir un rol crucial frente a los desafíos que debemos asumir para diseñar y sostener una escuela igualitaria, inclusiva, democrática y de calidad. Ofrecen nuevas y diversas formas de aprendizaje que tensionan el saber constituido en las aulas tradicionales, acompañan los procesos de construcción lectora con los ritmos y matrices perceptivas y cognitivas individuales, diseñan estrategias de inclusión durante y después del tiempo escolar, rescatan la memoria reciente y pasada de la comunidad y forman usuarios para gestionar la información en soportes analógicos y digitales.

Con el tiempo, a las capacitaciones y a la distribución del software Aguapey se sumaron la elaboración de publicaciones; el desarrollo de diagnósticos, relevamientos e investigaciones; y la organización de eventos nacionales y regionales, que buscaban no sólo ser espacios de formación sino también de intercambio y encuentro entre colegas. Esto último fue fundamental para el fortalecimiento de la red de bibliotecas escolares y especializadas de la Argentina y como un modo de promover la innovación a partir de introducir temáticas novedosas en las agendas de los bibliotecarios. También, para muchos, significaron una oportunidad para que sus acciones trascendieran los muros de sus bibliotecas escolares.

El camino hacia la construcción de la red y del sistema nacional

Con el propósito de garantizar la permanencia en el tiempo de esta política pública así como su profundización en las jurisdicciones, otro de los aspectos en los que se ha trabajado intensamente es la construcción de normativa pertinente.

En ese sentido, el primer paso fue, en 2006, la incorporación del artículo 91 en la Ley de Educación Nacional N° 26.206. Ese artículo -que establece que “El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, fortalecerá las bibliotecas escolares existentes y asegurará su creación y adecuado funcionamiento en aquellos establecimientos que carezcan de las mismas. Asimismo, implementará planes y programas permanentes de promoción del libro y la lectura”- constituyó un hito importante, no sólo porque posicionó a las bibliotecas en la agenda pública nacional, sino porque posibilitó el desarrollo de mejoras en las jurisdicciones.

No obstante, todavía quedaba camino por recorrer. La necesidad de reglamentar este artículo para su posterior implementación dio lugar, a partir de entonces, a un arduo pero sostenido trabajo colectivo y federal de construcción de lo que derivó años más tarde en la Ley 26.917, por la cual se crea el Sistema Nacional de Bibliotecas Escolares y Unidades de Información Educativas.

Ley 26.917

La promulgación de esta ley -el 9 de enero de 2014- fue una plataforma de partida que propuso nuevas oportunidades y desafíos. Así surgió un corpus legislativo que sirviese para las 55.000 escuelas que existen en todo el país.

Algunas de las cuestiones que guiaron el debate fueron: los parámetros mínimos que deben cumplirse para considerar la existencia de una biblioteca, la presencia de personal bibliotecario preparado y la disponibilidad de un espacio acorde, las tecnologías, la calidad de sus servicios, sus fondos y su nuevo rol en la formación de lectores en la era digital.

Con ella no sólo se pone en valor lo ya realizado durante tantos años en materia de desarrollo de bibliotecas escolares en los establecimientos educativos de gestión pública o privada, sino que se jerarquiza el acceso a la lectura y el conocimiento desde espacios ambientados y organizados adecuadamente y con responsables formados profesionalmente, enmarcando estas acciones en redes jurisdiccionales que converjan en un Sistema Nacional.

La coordinación de este sistema nacional -integrado por bibliotecas escolares y pedagógicas, archivos y museos de escuelas y centros de documentación de información educativa- está a cargo de la BNM. Para ello cuenta con un presupuesto especial que le permite profundizar y generar nuevas acciones de formación y capacitación, promover desarrollos tecnológicos, realizar asistencias técnicas y financiar compras y proyectos.

A su vez, esta ley exige a las jurisdicciones condiciones y estándares mínimos consensuados para acceder a sus beneficios y las obliga a tomar otras medidas, como por ejemplo, implementar mejoras en la formación bibliotecológica, generar cargos de bibliotecarios en el sistema educativo, contar con espacios y hábitats de lectura agradables, proveer tecnología y conectividad apropiada y garantizar que las colecciones estén adecuadamente nutridas.

Tecnicatura Superior en Bibliotecología

Otro de los hitos impulsados desde el Programa BERA fue el trabajo de articulación de las mesas políticas y consultivas a nivel nacional y jurisdiccional para el desarrollo de un documento base que rija la creación de la Tecnicatura Superior en Bibliotecología en todas las provincias.

Esta política pública fue una respuesta a la falta de instrucción uniforme en las carreras de bibliotecología del país que creaba un escenario federal muy heterogéneo y dispar. Por esta razón, era imperioso fomentar y homogeneizar la formación superior en esta disciplina a lo largo y ancho del territorio.

Tras largas reuniones políticas, operativas y con especialistas que se replicaron en todas las jurisdicciones, se arribó al consenso necesario y en diciembre de 2012 el Documento Base fue aprobado por el Consejo Federal de Educación. Hoy se trabaja en la adecuación de este documento a las realidades de cada jurisdicción, para lo cual la BNM elaboró el siguiente material: Criterios relevantes para el diseño de las Tecnicaturas Superiores en Bibliotecología.

tecnicaturas

Una gran red de bibliotecas

A lo largo de los años, esta construcción se fue afianzando y consolidando a partir de cada una de estas acciones y, también, en los encuentros federales, mediante experiencias de trabajo compartido, debates, discusiones e intercambios que enriquecieron las prácticas individuales y colectivas.

Hoy, en este décimo aniversario, queremos renovar el compromiso de transformar nuestras bibliotecas en espacios de inclusión social y construcción de ciudadanía en las que podamos proyectar mejores oportunidades de acceso a la información y a la producción de conocimiento.

Filed under: BERA,Bibliotecas Pedagógicas,Eventos, Encuentros y Jornadas,General — BERA (Programa Nacional de Bibliotecas Escolares de la República Argentina) @ 12:52

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