De qué modo impactará la Ley 26.917 en el sistema educativo y qué desafíos deberán asumir los profesionales de la información a partir de ahora, son algunas de las preguntas que se plantea Elba Kirby, referente bibliotecológica del Programa BERA en San Juan e integrante del equipo de la Biblioteca del Magisterio “Monseñor Pablo Cabrera”.
Como referente del Programa BERA de San Juan, tuve la posibilidad de participar junto a mis pares de cada una de las provincias argentinas, de los debates para la elaboración del proyecto de ley y verla promulgada me hace sentir gran satisfacción. Saber que tuvimos la oportunidad de aportar un granito de arena para este Sistema Nacional de Bibliotecas Escolares.
Siempre me quedará el hermoso recuerdo de una jornada de trabajo en el Senado de la Nación, debatiendo artículo por artículo el proyecto de Daniel Filmus. Ese día, 18 de mayo de 2011, día de nuestra Escarapela, nos sentimos más ciudadanos que nunca. Es, sin duda, una ley que marcará un antes y un después en la escuela argentina si cada provincia, cada ministerio, cada director de escuela y desde luego cada bibliotecario trabaja con responsabilidad y compromiso para cambiar la situación actual de tantas bibliotecas.
Desde el inicio fui optimista en que este sueño se haría realidad. Y la realidad es que hoy tenemos la ley que nos plantea un gran desafío. Una ley que permitirá el desarrollo armónico de las bibliotecas escolares a lo largo y a lo ancho de nuestro país, siempre que los bibliotecarios trabajemos juntos para lograrlo. Y para ello también soy optimista porque cada provincia cuenta con equipos ya preparados para llevar esta tarea adelante y para impulsar la normativa jurisdiccional en aquellas provincias que aún no la tienen con el fin de fortalecer los sistemas provinciales y el nacional.
Es una ley que asegura la equidad en el sistema educativo. Porque así como para un docente no es lo mismo trabajar en una institución que cuenta con una buena biblioteca, que en una que no la tiene, o que posee una cantidad importante de volúmenes pero que no cuenta con personal especializado para atender los servicios, del mismo modo lo es para el estudio de los alumnos. La biblioteca escolar es el lugar para desarrollar la creatividad, la libertad y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los chicos que transitan por nuestras escuelas.
Los bibliotecarios escolares tenemos un gran desafío a partir de ahora. Tendremos que capacitarnos y perfeccionarnos constantemente, desarrollar nuestra creatividad para elaborar proyectos innovadores, pero con el respaldo de un sistema nacional, regulado por ley, que consolida el trabajo en redes, lo que hará que la tarea solitaria se convierta en colectiva y cooperativa.
A la mayor red de bibliotecas, ¡a trabajar! ¡El trabajo realizado fue muy bueno, el que queda por hacer tiene que ser mejor!
