La mujer romana es presentada por algunos investigadores como alguien
que gusta del lujo y la ostentación. A modo de ejemplo se puede
citar la famosa Ley Oppia, promulgada en el año 215 AC, en la que
se prohibía a las mujeres tener más de una onza de oro destinada
al embellecimiento. Las mujeres nobles usaban una túnica llamada
interula como ropa interior, hecha de algodón. Con un cinturón
(cinetus) lo ceñían al cuerpo.
Las mujeres romanas se depilaban con un ungüento realizado para tal
fin. La mayoría de las actividades destinadas al aseo las realizaban
las esclavas. Ellas peinaban, depilaban, perfumaban, frotaban la piel
de las damas romanas. |